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Francia y Brasil avanzaron el martes hacia una mayor cooperación en el ámbito de la innovación industrial, con el fin de intensificar sus intercambios comerciales y tecnológicos, pero empresarios franceses siguen lamentando lo que consideran como trabas reglamentarias en el país sudamericano.
Meses después de una visita del presidente francés François Hollande a Brasil en diciembre, el ministro francés de Economía Arnaud Montebourg y su homólogo brasileño Mauro Borges suscribieron el martes en París una declaración conjunta para apoyar la cooperación de los dos países en materia de innovación industrial.
"Hay una tradición de reciprocidad entre nuestros dos países. Queremos recibir inversiones brasileñas en todos los sectores y a largo plazo, tanto en la industria como en la economía francesa", explicó Montebourg.
Según él, existe una "muy fuerte complementariedad" entre los dos países pero la cooperación tecnológica "debe reforzarse".
Borges dijo que esta asociación permitirá a Brasil "profundizar las fuertes relaciones que tenemos con Francia", lo cual pasa según él por un incremento de las relaciones comerciales y de las inversiones entre los dos países.
En el II Foro económico Francia-Brasil organizado este martes en la sede de la patronal francesa (MEDEF) en París, el ministro brasileño precisó que el comercio bilateral entre su país y Francia era "bastante escaso", de 10.000 millones de dólares, si se compara con el volumen total de intercambios comerciales del gigante sudamericano.
El objetivo es "duplicar de nuevo nuestros intercambios en los próximos diez años. Esa es nuestra brújula", recalcó el canciller francés al clausurar el foro.
"Hay aún demasiados frenos al desarrollo de esos intercambios. Conviene a las empresas de los dos países eliminar esas trabas", añadió.
El comercio entre Brasil y Francia superó los 10.000 millones de dólares en 2012, deficitario en 1.800 millones para Brasil. En 2005 el comercio bilateral había sumado 5.207 millones, según cifras oficiales brasileñas.
"Queda mucho por hacer en materia de inversiones directas extranjeras (IDE)", aseguró Borges, ya que Francia apenas aporta el 4 a 5% de las IDE en Brasil y ocupa el octavo rango entre los inversores extranjeros en este país.
El conjunto de los participantes en este foro, que congregó a empresarios de los dos países, entre ellos 74 procedentes del país sudamericano, destacaron el potencial "considerable" de Brasil en sectores donde grupos franceses destacan, como las infraestructuras urbanas, la energía renovable, los transportes o la seguridad alimentaria.
No obstante, empresarios franceses lamentaron lo que consideran como trabas para trabajar en Brasil.
Para Charles-Henry Chenut, abogado y presidente de la comisión América Latina y el Caribe de los Consejeros del Comercio Exterior de Francia (CCEF), actualmente se logra con mayor facilidad que hace unos meses obtener visas o crear empresas en Brasil y, en materia de legislación contractual o de seguridad social, las empresas francesas también cuentan con condiciones más propicias.
Sin embargo, estimó, los bancos, que procuran luchar contra el lavado de dinero, "se crispan" ante el ingreso de capitales extranjeros y se muestran reticentes posteriormente cuando las empresas quieren transferir fondos hacia afuera de Brasil.
Chenut también lamentó lo que considera una insuficiente protección de la propiedad industrial e intelectual.
Por su parte, el presidente de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) brasileña Robson Braga de Andrade afirmó que su país es "complejo" y tiene una "burocracia complicada", pero negó que sea un Estado "proteccionista".
Así, recalcó, los aranceles para las importaciones no superan nunca el 35% y son de un promedio de 11% para las mercancías.
Por su parte, Jean-Charles Naouri, presidente del grupo Casino y representante especial para el desarrollo de las relaciones con Brasil, afirmó que ambos países también procuran cooperar más en materia de química del vegetal, infraestructuras inteligentes y turismo. Además, dos grupos de trabajo más, dedicados a la salud y las industrias agroalimentarias habrán de crearse antes del verano boreal, agregó.
Unas 600 empresas francesas están implantadas en Brasil, y un centenar de sociedades brasileñas están presentes en Francia.