Quizá uno de los factores en la economía doméstica que más preocupa en tiempos de crisis como los actuales es el nivel de endeudamiento. Precisamente en épocas de incertidumbre laboral con reducciones de salario y con la pérdida del empleo como algo habitual obligan a la mayoría de españoles, aproximadamente seis de cada diez según las encuestas, a no ahorrar nada cada mes y de ellos un alto porcentaje no llega a los 3.000 euros de fondo de reserva para imprevistos.

Los valientes que consiguen llegar a final de mes y destinar una pequeña partida al ahorro lo hacen básicamente a costa de reducir el consumo y ser muy cautos a la hora de disponer del dinero sobrante de su economía en algún producto financiero. Se estima que la tasa media de ahorro de los españoles ronda el 2 por ciento.

Los expertos nos recomiendan para este 2015 la inversión en fondos si nuestro perfil de ahorrador es el de asumir algún riesgo en bolsa, y los depósitos y cuentas remuneradas si somos más conservadores.

En el primero de los casos existen productos de renta variable de más o menos riesgo, incluso algunos productos vinculados directamente a la evolución de firmas que cotizan en el Ibex 35 a dos años. Se basan en el principio de que probablemente hayamos tocado fondo y que los próximos años sean los que veamos subir nuestra economía.

Los depósitos prácticamente ofrecen rentabilidades que no son apreciables, y están teniendo éxito las cuentas remuneradas, que ofrecen más o menos la misma rentabilidad pero tiene una liquidez mucho mayor.

Las entidades bancarias están apostando por atraer el capitalde los pequeños inversores pero aún hacen esfuerzos muy tibios para recompensarlos por depositar su dinero en ellas así que mientras tanto la mejor opción para el pequeño ahorrador es seguir conteniendo el gasto y poner su dinero en un producto financiero que le permita disponer de él cuando quiera para cubrirse en salud en esta época de incertidumbre, como decíamos al principio, sobre todo en el ámbito del trabajo.