Han ideado muchos monstruos y sujetos perversos y peligrosos en contra de este super héroe de las fantasías. Pero por su contextura propia de un extraterrestre y sus super poderes, era invencible para la humanidad.

Cualquier cosa que uno pudiera imaginar, así sea una locomotora, un rayo, un avión estrellándose contra él, no alcanzaban ni para arrugar su traje de super héroe. Enemigos múltiples, malignos, perversos, incluso con armas nucleares, era considerados como nada frente a este hombre del bien.

Solo la kriptonita lo podía debilitar, pero ese elemento no era de la tierra, ni humano. Provenía de su planeta que había sido destruido.

Sin embargo el punto débil de este hombre de acero era la humanidad, su alma noble no podía permitir el sufrimiento de la gente por manos del mal.

Tenía tantos poderes que se hacía difícil de enumerar, volaba como un pájaro, pero a la velocidad de la luz, poseía rayos x y le era posible atravesar las paredes para ver. Era indestructible por medios humanos. Pero obviamente, no vivía en el siglo XXI.

Hoy día existe un mal, ante el cual Supermán quedaría absolutamente sin alternativas para ayudar a la humanidad.

Nadie diría que en pocos años, ya el hombre y sus maldades superarían las capacidades del gran hombre de acero. Hasta hace poco la lucha era con armas de la física, donde prevalecía la fuerza y el poder de las armas, luego se fue avanzando en la tecnología y la informática hasta el punto de controlar misiles por medios electrónicos de alto alcance. Quizás desde un satélite artificial se puedan dirigir ataques de gran escala. Pero sin embargo nada de eso escapa al poder del super héroe quien podría volar y girar alrededor de la tierra a la velocidad de la luz. Destruir los misiles sería un juego de niños, y quemar los sistemas electrónicos de comando una diversión.

Sin embargo, vaya que sorpresa, de quien menos se podía esperar surge esta guerra virulenta, sutil, traicionera que se expandió por el cuerpo de millones de personas en el mundo con ayuda de los representantes de la ciencia médica. ¿Como lucharía Supermán contra este mal? ¿Donde no se requiere fuerzas físicas ni armas, ni velocidades como el viento? Entonces pensemos; si con un ardid tan perverso, con un virus natural o sintético, lograrían vencer a Supermán ¿Que nos queda a nosotros los humanos?      

 Carlos Polleé