El tercera línea argentino de Toulon Juan Martín Fernández Lobbe sufrió dos expulsiones temporales seguidas en la Copa de Europa y prometió que se contendrá el sábado cuando su equipo se mida a Castres en la final del Top-14 que podría significar su consagración definitiva.

"Espero que Bernard (Laporte, entrenador de Toulon) me dé otra oportunidad. Nunca debes dejar a tus compañeros con 14", afirmó Fernández Lobbe en el Millennium Stadium de Cardiff, poco después de la conquista por segundo año consecutivo de la principal competición del rugby europeo frente a Saracens inglés (23-6)

El argentino sabía que Laporte, un amante de la disciplina impecable, la hablaría cara a cara sobre la amarilla que vio el jugador en el minuto 22 de la final ya que, al igual que contra Munster, en las semifinales del torneo, volvía a dejar al equipo en una situación delicada al principio del duelo.

"Dejé al equipo en problemas en la semifinal y en la final", reconocía el experimentado tercera línea (32 años y 56 partidos internacionales). "Los dos árbitros me dijeron que sabían que no era intencionado. Pero aún así te puede salir caro en un partido de la fase final. Hay que estar más listo, y durante 10 segundos yo no lo estuve", añadió.

Pese a estos dos incidentes de juego, el argentino se ha convertido en indispensable para el RCT, al que llegó en 2009, de la mano del actual seleccionador francés, Philippe Saint-Andre, que le definió como "un tipo brillante, muy inteligente".

"Cuando llegué a Toulon, fue el primer jugador que fiché. Capaz de jugar como 6, 7, 8... un verdadero líder, que comprende todo de la estrategia de juego", señaló Saint-André

Fernández Lobbe destaca por su calidad en los balones altos, sus entrega defensiva pero también por su carácter dentro del vestuario que le ha dado la capitanía de los Pumas y ha sido protagonista en todas las grandes aventuras del equipo de Toulon en los últimos años incluidas las dos finales del campeonato perdidas en 2012 y 2013.

"No habrá nada mejor que un título de campeón de Francia. Hablaremos de ello entre nosotros durante 30 años", asegura con fervor.

Contra Castres, que les derrotó el año pasado por 19-14, jura que sus compañeros y él van a "intentarlo y darlo todo". "Vamos a morir en el Stade de France", anuncia con entusiasmo.