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En La larga entrevista al ex presidente Felipe González que hoy difunde El país , el fundador del PSOE monárquico se pronuncia en torno a una serie de cuestiones relativas a la construcción europea que, en mayor o menor grado, constatan el paulatino derrumbe de la UE --iniciado con las ampliaciones de carácter exclusivamente comercial-- y en paralelo, también se refiere a las causas por las que la Unión Económica y Monetaria (eurozona) es tan débil como inane. En rigor, González no aporta nada nuevo , sólo detalles; sin menoscabo del alto valor que tiene el hecho de que un miembro de la " inteligencia europeísta " denuncie que los apuros económicos que viven los países del euro se deben, básicamente, a que incumplen sistemáticamente principios básicos de la construcción europea. Si bien González abunda en algo archisabido: los Estados y la propia UE están cediendo más y más poder político --¡e incluso capacidad decisiva en procedimientos legislativos!-- a las grandes corporaciones financieras, comerciales e industriales. El ex presidente manifiesta también su desacuerdo con las políticas ultraliberales que rigen en la UE: " Han superado los límites " , dice. Nada nuevo .
La única aportación práctica Lo que más llama la atención de las declaraciones de González no es su actitud crítica con el ultraliberalismo y con la descomunitarización de la UE, sino que lanza un llamamiento a que Rajoy convoque "un gran acuerdo nacional " . Esta es su única aportación o propuesta política. ¿Acuerdo para qué?, ¿para aplicar recortes con vaselina ? Una vez leída la entrevista, cabe concluir que la posición de González es estética , salvo en lo tocante a las grandes líneas comunitarias no vinculadas a la economía . En política económica, González sólo se distancia claramente de Rajoy en un aspecto cuantitativo , cuando dice que el Gobierno español ha aceptado una intervención exterior a bajo precio --en alusión a los desaforados recortes presupuestarios que aplica el Ejecutivo del PP a cambio de lo que sólo es un rescate bancario que, para colmo, nada reporta a la economía real de país. Salvo por ese detalle --que no obstante, tiene sustancia--, González no plantea ninguna objeción radical (de raíz) a la política económica del PP .
Esquivando lo realmente sustancial
Es más, el fundador del PSOE monárquico pasa de puntillas por encima del asunto que a fecha de hoy permite diferenciar sin medias tintas entre la derecha y la izquierda sistémicas (conservadores y socialdemócratas): La necesidad de acometer una reforma legislativa de los mercados financieros, en especial en el ámbito internacional, además de dejar de hablar por hablar y poner en marcha una armonización fiscal en la eurozona . De esto menta cuatro generalidades, y de refilón. La entrevista ayuda a entender porque el PSOE pierde votantes desde hace varios años y, lo que es más grave, porque no los recupera pese al descrédito del PP, que con las medidas presupuestarias adoptadas para salvar a la banca y contentar al mundo de los grandes negocios está arruinando a los asalariados, a los funcionarios, a los pensionistas, a los autónomos, a los pequeños empresarios, además de destruir la salud y la educación públicas, y estrangular la inversión en ciencia y cultura. ¿Un gran acuerdo nacional?
En el PSOE siguen siendo mayoría los dirigentes que están empeñados en diseñar políticas económicas ¡de consenso! [¡dejen ustedes de sonreír y de hacer guiños y presenten un programa alternativo y socialdemócrata!] ¿Para qué narices querrá el señor González embarcar al centro-izquierda en un pacto que alimentará por activa y por pasiva la creencia popular de que sólo hay una forma de hacer política económica? ¿Un gran acuerdo nacional?... Es decir, que el 95% de la población arrime el hombro con una sonrisa para salvar los muebles del 5% que se enriqueció provocando una recesión. ¿Cómo es posible que dirigentes de un partido socialdemócrata sigan sin presentar un programa político con reformas legislativas que, sin necesidad de ser anticapitalistas, contribuyan a romper con la España económica del puñado de empresarios y altos ejecutivos que se hacen ricos en cuatro días, la España del amiguismo, la del fraude fiscal?... ¡La España de los listos ! ¿Un gran acuerdo nacional?...