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Las familias de las personas que aún permanecen secuestradas por las FARC, mantienen la esperanza de que sean liberados, tras la negativa de la guerrilla de no soltar más detenidos en forma unilateral
Las familias de las personas que aún permanecen secuestradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se mantienen fieles a lo que les resta, la esperanza, de volver a ver con vida a sus seres queridos, tras el anuncio hecho por la guerrilla de que no realizará más liberaciones unilaterales.
La última liberación hecha por la guerrilla apostada en la selva del sur colombiano, ocurrió el pasado martes cuando, en una misión humanitaria, las FARC entregaron al suboficial de Ejército, Pablo Emilio Moncayo, quien permaneció secuestrado durante 12 años.
A la entrega de Moncayo, le sucedió la del soldado Josué Daniel Calvo, quien permaneció en cautiverio por 11 meses. Las liberaciones provocaron la misma reacción entre los familiares, que aplaudían pero, al mismo tiempo, mostraban tristeza por quienes aún siguen secuestrados.
De acuerdo a un informe del gobierno colombiano, hasta abril del año pasado existían 125 secuestrados y 614 casos de personas desaparecidas son investigadas en la actualidad
El rostro más representativo fue el de Johan Steven Martínez, un niño de 12 años e hijo del sargento Líbio Martínez, quien fuera secuestrado junto con Moncayo en diciembre de 1997, en un ataque perpetrado por las FARC a una base de comunicaciones en la que murieron decenas de soldados.
"Me siento muy felíz por él (por Moncayo) porque el ser humano tiene que permanecer libre, pero también me siento triste porque infelizmente mi padre continúa secuestrado en la selva de Colombia", dijo el niño que nació pocos meses después que su padre fuera capturado por la guerrilla y que solo conoce por fotos y videos.
De acuerdo a un informe del gobierno colombiano, hasta abril del año pasado existían 125 secuestrados y 614 casos de personas desaparecidas son investigadas en la actualidad.
El destino de los 22 mienbros de las fuerzas armadas que permanecen en poder del grupo guerrillero, fundado en 1960 con el propósito de tomar el poder por las armas, dependerá de un acuerdo para intercambiar rehenes por centenares de rebeldes presos.
La última liberación hecha por la guerrilla ocurrió el pasado martes cuando las FARC entregaron al suboficial de Ejército, Pablo Emilio Moncayo, secuestrado durante 12 años