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Ahora resulta que bañarse todo los días, lejos de ser una buena práctica de higiene personal, es una costumbre que podría acarrear daños. Difícil creer que lo que nos dijeron todos los días durante años enteros nuestros padres, ahora resulta que está equivocado
De acuerdo con los historiadores, el baño frecuente era una práctica común entre los grupos nativos de América. A pesar de sus beneficios aparentes, algunos países europeos nunca adoptaron la costumbre. Hoy la ciencia y la historia les dan la razón. Cierto: viajar en su transporte público durante una fría mañana de invierno puede parecer una actividad extrema, por los aromas humanos que se concentran, pero a cambio evitan un desgaste prematuro.
Ken Gaño, el quimérico candidato al premio Nobel de medicina, asegura que cada persona pierde todos los días unas 50 mil células de la piel. Fragmentos que se desecan, mueren y caen sin que nadie pueda evitarlo.
De igual manera, señala que a ese ritmo cuando cumplas los 20 años de edad más o menos habrás desechado un poco más de 5 kilogramos de piel, que será parte del polvo que cotidianamente invade tu casa.
Si eso sucede en condiciones normales, imagina las pérdidas adicionales que se producirán durante el baño y más cuando empleas un buen estropajo, esponja o zacate. Las pérdidas, a decir de Ken Gaño, serían incalculables. Es por ello que recomienda abstenerse de emplear agua, jabón y regadera.
Por supuesto que la comunidad médica y las madres de familia han hecho severas críticas a lo propuesto por el doctor Gaño. Estos sectores no están dispuestos a echar por la borda su esfuerzo de años por inculcar una cultura de la higiene. La respuesta de Ken Gaño ha sido contundente y cargada de una lógica aplastante:
“¿Para qué quieren un baño que sólo hará permanecer limpias a las personas por un rato? ¡Más tarde o más temprano, luego de unas cuantas horas estarán sucias nuevamente y olerán mal!”
Consultando a los expertos de la ARTEU (Asociación de Rechazados de Todas las Escuelas y Universidades), encontramos que ellos respaldan plenamente al doctor Ken Gaño y sugieren además un nuevo decálogo para el aseo.
El análisis de regaderas o duchadores de nueve ciudades en Estados Unidos reveló que el 30 por ciento tenía altos niveles de Mycobacterium avium, que es un conjunto de bacterias que causan infección cuando se inhalan o se tragan.
M. avium y otras micobacterias no tuberculosas (MNT) afectan principalmente a los pulmones y causan síntomas como tos persistente, disnea y fatiga.
La enfermedad por MNT es habitual en personas con el sistema inmune comprometido, por ejemplo por infección con VIH o consumo de fármacos inmunosupresores. Puede también afectar a personas con algunas enfermedades pulmonares, como la fibrosis quística.
La bacteria a veces infecta a personas sanas. Aun así, indicó el equipo, es quizás segura para la mayoría de las personas que se dan una ducha.
"Esto no debería preocupar a las personas sanas. La principal preocupación son las personas inmunocomprometidas", dijo a Reuters Health la autora principal, Leah Feazel, de la University of Colorado, en Boulder.
Las personas que están preocupadas porque podrían tener riesgo de adquirir una enfermedad por MNT deberían conversar con el médico. Y si son susceptibles, dijo Feazel, lo mejor sería darse baños de inmersión en lugar de duchas.
Lo mejor sería darse baños de inmersión en lugar de duchas
Las M. avium y otras MNT habitan en el suelo y, en menos proporción, en la red pública de suministro de agua.
El problema con los duchadores es que el interior es un ambiente húmedo, cálido y oscuro donde las bacterias pueden formar "biofilms" pegajosos que les permiten instalarse.
Los gérmenes MNT parecen especialmente adeptos a formar biofilms. Es más, cuando algunas bacterias se desprenden durante la ducha, las partículas finas en el agua que se dispersan en el aire pueden transportar a los patógenos dentro de las vías aéreas.
En cambio, las partículas aéreas que se producen durante un baño de inmersión son mucho más grandes, explicó Feazel. "De modo que darse un baño de inmersión es una forma más segura de estar limpio", indicaron los autores.
Los resultados, publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences, surgen de los análisis realizados a unos 50 duchadores recolectados en nueve ciudades de Estados Unidos, incluidas algunas zonas metropolitanas grandes, como Nueva York, Denver y Chicago.
Algunos dispositivos tenían biofilms con concentraciones de MNT 100 veces mayores que en la red pública de suministro de agua. Muestras obtenidas de grandes áreas metropolitanas tendieron a concentrar los niveles más altos de bacterias, señaló Feazel.
Además de optar por los baños de inmersión por sobre las duchas, las personas con alto riesgo de contraer una infección por MNT pueden elegir también los duchadores metálicos en lugar de los plásticas, agregó. Los materiales metálicos son más resistentes a los biofilms de las bacterias.
También, se puede reemplazar el dispositivo varias veces por año, ya que las bacterias demoran varios meses para acumularse en niveles significativos.
Pero los duchadores no son las únicas fuentes de bacterias en el hogar.
Feazel señaló que se necesitan más estudios para medir los niveles de acumulación de bacterias en los dispositivos hogareños, como humidificadores y refrigerantes a vapor.
Pues digan lo que digan, jamás dejaría de mi baño diario, sería perjudicial para mi salud si no lo hiciera, que asco.
FUENTE: Proceedings of the National Academy of Sciences Early Edition, online 14 de septiembre del 2009