El pasado 1 de octubre, Alejandro Londoño fue asesinado en su unidad residencial en Robledo, al parecer, por un acto de . Al pedirle a sus vecinos que bajaran el volumen de la música estos respondieron de manera violenta. 4 meses después el único capturado podría quedar en libertad por falta de pruebas.

Leidy recuerda con impotencia el último día que vio a su esposo. Lo escuchó llegar a su casa en Santa María de Robledo y pedirles a los vecinos, antes de entrar, que bajaran el volumen de la música pues despertarían a su bebé.

Cuando los hombres soltaron a Alejandro, cayó desangrándose pues le habían enterrado un cuchillo en medio de la discusión. Las autoridades capturaron a uno de los presuntos implicados quien podría quedar en libertad en los próximos días por falta de pruebas.

Varios de los vecinos y testigos no han querido declarar por miedo a represalias. Las autoridades vuelven a hacer un llamado a la tolerancia, pues en el 2017 en Medellín, el 15% de los homicidios fueron por asuntos de convivencia.

Aunque la familia de la víctima cuenta con el apoyo de un abogado de oficio, confía en que un defensor público particular se interese de manera voluntaria en el caso.