Otra Fake News difundida por los mismos medios, hacía referencia a la supuesta viróloga china (de Hong Kong), Li-Meng Yan, que decía que el coronavirus había tenido su origen en un laboratorio (se supone que chino) y que no era otra cosa que una patraña pagada y difundida por el asesor de Donald Trump, Steve Bannon, el cual fue detenido meses después acusado de estafar a donantes para la construcción del famoso Muro mexicano de su jefe Donald Trump.

La periodista y activista Zhang Zhan, ya había sido detenida en una ocasión anterior en Hong Kong (2019), por sus supuestas actividades de apoyo a los estudiantes durante los disturbios contra el gobierno de Pekín.

Estamos pues ante una activista nada amistosa para el gobierno chino y no es de extrañar que cuando se trasladó a Wuhan, sus publicaciones fueran dirigidas a desacreditar y no precisamente a informar de la epidemia.

Después de publicar lo que el gobierno chino considera falsas informaciones destinadas a “buscar altercados y provocar problemas” la periodista fue detenida en Shanghai al mes siguiente y fue acusada de lo que en Europa se suelen llamar actos subversivos o incitación a la violencia.

Detrás de todo esto se encuentran los siempre sospechosos Network of Chineses Human Rights Defenders, que casualmente están presentes en toda cuanta manifestación antichina se celebra y que no parecen otra cosa que una organización creada por los servicios de inteligencia occidentales, dedicada a desestabilizar y agitar consignas contra el gobierno chino.

Zhang Zhan, por lo visto forma parte de un grupo autotitulado reporteros ciudadanos, que se dedicaron a difundir noticia alarmistas desde Wuhan, al comienzo de la epidemia, uno de ellos fue puesto en cuarentena, lo que aprovecharon para decir que había sido secuestrado por la policía, algo que desmintió el mismo.

Se usa sistemáticamente un doble rasero a la hora hablar de China

Y es que estos reporteros ciudadanos difunden sus noticias curiosamente en medios más que sospechosos como el periódico Epoch Times de la secta religiosa Falun Gong, una especie de organización internacional, que venera al maestro Li Hongzhi, con la misma veneración que los budistas veneran a Buda.

Esta secta que practica el Chi kung, un viejo arte de relajación de origen chino, que forma parte de la medicina natural tradicional en China, a la que han unido el espiritismo y la cosmología creando una secta de iluminados, lo que ha llevado al gobierno chino a su prohibición.

En palabras del gobierno chino, “Falun Gong va contra la ciencia moderna, predica el fin del mundo, prohíbe a sus seguidores ver la televisión o tratarse en hospitales y sostiene que las enfermedades no existen y que solo se deben a que la gente comete pecados. Predican que los ovnis han llegado a la Tierra y que los alienígenas se habrían hecho cargo de los cuerpos humanos y estarían tratando de aniquilar a la humanidad a través del control de la televisión y la radio”.

Viene a colación esto último, porque si de algo se caracteriza el gobierno chino, es de aplicar mano dura a los corruptos, a los disidentes y a los agitadores de falsas ilusiones.

Algo que obviamente no es compartido en un mundo democrático y plural en el que se puede ser corrupto y gobernante a la vez, se puede ser disidente de cualquier cosa y se puede agitar sobre cualquier falacia, incluso se puede mentir con tal de desprestigiar al de la acera de enfrente.

Pero no parece muy honesto, no parece nada coherente y sobre todo, carece de ética y objetividad.

Lo que haga el gobierno chino pertenece al ámbito de su política interna sobre todo cuando mantiene un difícil equilibrio entre dos sistemas contrapuestos: Capitalismo y Comunismo.

No se construye una potencia mundial en 50 años a base de Chi kung.

En China nadie se olvida que el Poder nace del fusil.

@ordosgonzalo

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