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Trece personas, entre ellos ocho extranjeros, fueron rescatados este lunes, dos días después de que naufragara su barco de turismo en Indonesia, un calvario que obligó a algunos a nadar varios kilómetros hasta una isla volcánica y a beber su propia orina.
Dos turistas españoles seguían desaparecidos después de que la embarcación en la que iban 25 personas -20 extranjeros, cuatro miembros de la tripulación y un guía turístico indonesio- se viera atrapada en una tormenta antes de naufragar el sábado, entre Lombok y Komodo, dos populares islas de Sonde, cerca de Bali.
Otros diez turistas extranjeros habían sido rescatados la víspera. Los 18 turistas rescatados en total procedían de Nueva Zelanda, Gran Bretaña, España, Holanda, Alemania, Francia e Italia. "Había un agujero en el barco", explicó por teléfono a la AFP una de las rescatadas, la española María Palofont.
Cuando el agua comenzó a subir en el barco de madera, que golpeó un arrecife durante el viaje, la tripulación alertó a los pasajeros gritando "situación muy peligrosa", contó a la AFP por teléfono el turista holandés Jan van Ommen, que figura entre los 13 rescatados este lunes.
Pasaron alrededor de 40 horas en el mar y contaban con un único bote salvavidas por lo que debían turnarse, añadió el holandés. Fueron encontrados "algunos en el bote salvavidas, otros flotando alrededor, con sus chalecos salvavidas puestos, a unos 100 km de Sape", cerca de Sangeang, declaró un responsable de las operaciones de rescate.
"¡Sólo había un bote salvavidas para 25 personas! No había radio, ni GPS, ni equipo de navegación", declaró por teléfono el francés Bertrand Homassel.
"Estabamos a 5 kilómetros de la costa, había olas inmensas que nos alejaban. La gente comenzaba entrar en pánico", contó este turista que reside en París.
Un primer grupo de diez turistas -alemanes, ingleses, italianos y franceses- había sido rescatado el domingo tras el naufragio, una prueba más de las malas condiciones de seguridad en Indonesia en donde este tipo de accidentes son frecuentes.
- Deshidratados y hambrientos -
Un grupo de turistas nadó durante seis horas hasta una isla volcánica. Desesperados, deshidratados y hambrientos bebieron su propia orina y comieron hojas, relató un sobreviviente francés.
Este pequeño grupo fue rescatado, junto a otros supervivientes, por un yate que pasaba por la zona. "Llevo conmigo una bermuda, una camiseta, mi pasaporte y tarjeta de crédito. ¡Tuve muchísima suerte!", concluye el francés.
Los turistas rescatados el lunes vienen de Holanda, Italia y Alemania, declaró un portavoz de la agencia nacional de catástrofes, Sutopo Purwo Nugroho. Los 18 turistas rescatados en total procedían de Nueva Zelanda, Gran Bretaña, España, Holanda, Alemania, Francia e Italia.
Un periodista de la AFP en Sape vio a algunos de los rescatados recibiendo atención médica en una clínica. Estaban conmocionados y se negaban a hablar con los periodistas. Las operaciones de rescate continuaban este lunes para encontrar a los dos españoles aún desaparecidos.
El barco salió de Lombok y tenía como destino la de Komodo, donde habita el dragón de Komodo, como se denomina a la especie de lagarto más grande del mundo. Allí hay un parque nacional declarado patrimonio mundial por la UNESCO.
Los accidentes de barco son frecuentes en Indonesia -que cuenta con unas 17.000 islas e islotes- sobre todo a causa de la falta de seguridad en embarcaciones sobrecargadas de pasajeros.
Dos barcos se hundieron en julio en diferentes lugares del archipiélago, provocando la muerte de al menos 36 personas, en un periodo del año en el que millones de fieles en este país musulmán viajan para encontrarse con sus familiares para festejar juntos el fin del Ramadán.
Sin embargo, los naufragios de embarcaciones con turistas extranjeros a bordo son raros en este archipiélago, muy frecuentado por sus playas de ensueño.