¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Estados Mexicanos escriba una noticia?
El obispo Felipe Arizmendi exigió atención, mejores servicios y justicia para los migrantes pendulares que laboran en la Riviera Maya, ya que dijo deben ser considerados como seres humanos. En su artículo de media semana, el prelado relató que en días recientes estuvo en Cancún y Playa del Carmen, en visita pastoral a los migrantes chiapanecos que llegan allá en busca de trabajo, pues el desarrollo turístico de esa región requiere mucha mano de obra no calificada. Para su atención, agregó el obispo, la diócesis que preside se unió a la Prelatura de Cancún-Chetumal, con este fin, crear el "Centro de Atención a Migrantes en la Riviera Maya", pero las necesidades lo han rebasado, y ahora atienden a migrantes de otros estados y centroamericanos que pasan por allí. En el centro, dijo, se les ofrecen alimentos y despensa; ropa y comunicación con su familia; asesoría jurídica, tanto a indocumentados, como a detenidos en las cárceles; reuniones de convivencia y apoyo grupal; atención espiritual y catequesis. "Al escuchar sus experiencias, constatamos muchas carencias: les faltan servicios de salud, no tienen opciones de alimentación a un costo adecuado a sus ganancias, no cuentan con vivienda o alojamiento digno", relató en su artículo. Aseguró que no pueden quedarse indiferentes ante este reto humano y pastoral, "se necesitan instalaciones para darles alojamiento; brindar mejor servicio de alimentos; establecer acuerdos con médicos voluntarios que atiendan a quienes sufren riesgos laborales". "Además de prevenir y denunciar violaciones cometidas por las autoridades en las detenciones. Que se cumplan los derechos básicos en las construcciones y en los hoteles", solicitó.