Siempre que llega la época de exámenes, los alumnos empiezan inmediatamente a mejorar su rendimiento, no faltan a clases y hasta son más colaborativos. Muchos exclamarán en mi Dojo (Doyang) no pasa eso!!!. Pues te puedo apostar que sí.

El ego del querer un cinturón en las artes marciales y por parte de algunos sensei (Sabumnin) de ser comerciantes (me gusta llamar así a los que quieren vivir de vender en vez de enseñar el arte o elogiar a cierto alumno porque tiene dinero y en algún momento puede ayudarlo) en vez de ser marcial puede crear falsas expectativas sobre los practicantes.

Te dicen “eres muy bueno”, “no vas a perder”, “nadie te ganará” y otros halagos, que en realidad en 4 paredes (tu gimnasio) puede ser cierto, pero la pregunta es ¿puede ser tan bueno en sus técnicas fuera de su dojo?, ¿podrá demostrar que su nivel esta a la par de otras escuelas?. Solo lo podrás saber demostrándolo en competencias.

Lo importante es enseñar la técnica básica, y cual es mejor método repetir repetir y repetir, hasta que salga perfecta a los ojos del instructor, como no todos tenemos las mismas condiciones unos pueden lograrlo en menos tiempo (este punto siempre se discute, yo pienso que el corazón que le coloquen y las ganas de aprender son el factor del éxito).

La base del arte marcial no es un cinturón, es APRENDER de la forma correcta las posiciones y técnicas, así mostrarás tu nivel y el cinturón que llevas (así sea más bajo el que tienes ahorita), esa es la verdad y no dejar que las personas de tu entorno (externo al arte marcial) influyan en tu objetivo (CRECER).

La mente puede jugarnos malas pasadas, desanimarnos pero en ese momento hay que tener la fortaleza para cambiar esos segundos o minutos de pensamientos negativos, y practicar, practicar hasta el cansancio.

Nunca pienses en un cinturón, piensa en lo que aprendes y mejorar los conocimientos adquiridos.

Se puede perder el gusto por lo que haces en el momento que te concentras en un cinturón o en satisfacer el EGO (tuyo, de tus padres o amigos), es una delgada línea por lo tanto mantén el enfoque y las ganas intactas, tal como fue tu primera vez en el Dojo.