A medida que se añaden nuevos ingredientes a los productos nutricionales, los consumidores pueden maravillarse por la novedad que perciben. Sin embargo, muchos han existido durante años, pero solo hace poco tiempo que se han utilizado en productos nutricionales especializados. El HMB, o beta-hidroxi-beta-metilbutirato, es uno de esos ingredientes poco conocidos que están apareciendo en la nutrición diaria. El HMB es conocido en el mercado de la nutrición deportiva desde hace décadas y lo utilizan los atletas profesionales, pero no fue hasta que los investigadores comenzaron a estudiar sus efectos en los adultos mayores que se generalizó su uso.  

HMB en la nutrición deportiva

Para muchos, el ejercicio riguroso puede afectar al cuerpo. De hecho, aquellos en la industria del deporte son testigos de ello, generalmente a diario. Siempre esforzándose por cuidar sus cuerpos, los atletas no solo se fijan en su oficio sino también en su nutrición para combatir los efectos físicos del ejercicio. Ellos ven que la nutrición juega un papel clave no sólo en la alimentación, sino también en la reparación de los músculos, que es una parte importante de la recuperación de la actividad física intensa.

El HMB es un metabolito del aminoácido leucina que ha demostrado protección contra la degradación de las proteínas musculares y que además ayuda a construir la masa muscular con el ejercicio.[1]Las investigaciones en los atletas demuestran que el suplemento de HMB puede ayudar a acelerar la recuperación del ejercicio y a disminuir la degradación de los músculos cuando se hace un entrenamiento de resistencia.[2]El HMB también puede mejorar la masa corporal magra, la fuerza y el poder muscular al igual que el rendimiento aeróbico.2

Oscar Quintero, Director Médico de Abbott explica: "Aunque la suplementación de HMB se ha asociado comúnmente con la recuperación del ejercicio riguroso, un creciente conjunto de investigaciones muestra que los beneficios del HMB también pueden extenderse más allá de los atletas ".

HMB y el envejecimiento saludable

A medida que el uso del HMB se fue extendiendo en el mundo de la nutrición deportiva, los investigadores se percataron y se interesaron por la forma en que el HMB podría beneficiar otras áreas de la salud. Los estudios han explorado el papel del HMB en enfermedades crónicas y agudas, hospitalizaciones y pérdida muscular relacionada con la edad. En los últimos años, las causas de muerte en Colombia entre las personas mayores de 60 años están encabezadas por las enfermedades crónicas[3]. El uso de HMB ofrece una mejora por:

• Reducir la inflamación y mejorar la función pulmonar en los pacientes con enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) en las unidades de cuidados intensivos.[4]
• Preservar la masa muscular en individuos que están inmóviles.[5], [6]
• Mejorar la fuerza muscular con ejercicio[7]y la función muscular en la población mayor.[8]

" Un creciente conjunto de investigaciones muestra que los beneficios del HMB también pueden extenderse más allá de los atletas "

Cómo obtener HMB

Mientras que el HMB se da naturalmente en alimentos como aguacates, toronjas y pescados, es difícil obtener suficiente HMB únicamente de las fuentes de alimentos.[9]Es por ello que puede ser beneficioso buscar un suplemento nutricional que incluya HMB.

“A medida que los adultos envejecen, la pérdida de masa muscular y la lentitud en los tiempos de recuperación pueden parecer inevitables, pero siguiendo el ejemplo de los atletas, los adultos pueden incorporar el HMB en su dieta para ayudar a evitar las denominadas caídas de la vejez", concluyó el Dr. Quintero.

[1]  Wilson JM, et al. J Int Soc Sports Nutr. 2013; 10:6.

[2] Wilson JM, et al. J Int Soc Sports Nutr. 2013;10(1):6.

[3] Prevalent medical conditions in adults over 60 years: https://bit.ly/2vvnpDo

[4]Hsieh, et al. Asia Pac J Clin Nutr 2006 ; 15 :544–50

[5]Deutz NEP et al (2013) Clinical Nutr. 32 (5) 704–712

[6] Hsieh, et al. Asia Pac J Clin Nutr 2010;19:200-208

[7] Vukovich et al J. Nutr. 2001;131:2049-2052

[8] Stout J et al (2013) Exp. Gerontol. 48; 1303-1310

[9] Zhang Z, et al. FASEB J. 1994;8: A464.