Las autoridades permitieron este sábado volver a sus casas a unos 10.000 habitantes de la zona próxima al gigantesco vertedero de neumáticos incendiado en Seseña (Toledo), al considerar que se ha reducido el riesgo sanitario causado por el humo.

Esas 10.000 personas tuvieron que dejar el viernes sus viviendas, cercanas a ese vertedero situado unos 50 km al sur de Madrid, del que se elevaba una espectacular columna de humo negro.

"Teniendo en cuenta la disminución de riesgos para los vecinos (...) se ha levantado la orden de evacuación" y "los habitantes de esta zona pueden volver a sus casas", anunciaron las autoridades autonómicas de Castilla-La Mancha.

No obstante, recomendaron a los habitantes que mantengan cerradas sus ventanas. El vertedero está situado a caballo entre dos municipios, el toledano de Seseña y el madrileño de Valdemoro.

El incendio comenzó la noche del jueves al viernes en este vertedero salvaje, sin duda el mayor de España, según varios medios, con una superficie de diez hectáreas, equivalente a 14 campos de fútbol.

El vertedero apareció en los años 90 y no ha dejado de crecer desde entonces. En 2003 fue declarado ilegal, pero no se encontró ninguna solución para desprenderse de los neumáticos amontonados en esas casi diez hectáreas, hasta una altura de tres metros.

El vertedero se encuentra muy cerca de una de las autopistas más transitadas del país, la que une Madrid con Andalucía.

Los neumáticos son muy difíciles de destruir y su degradación natural puede durar siglos, según Ecologistas en Acción. Los incendios de neumáticos también son muy complicados de dominar y pueden gestarse durante meses e incluso años.

Esta semana, la Comisión Europea había pedido explicaciones al respecto al Gobierno español. "Hubo contactos entre la Comisión y las autoridades españolas para pedir informaciones sobre vertederos, incluso el de Seseña", declaró a la AFP un portavoz de la Comisión, Christian Wigand.

Este tipo de contacto precede generalmente el lanzamiento de procedimientos por presunta violación de las normas de la UE, donde el almacenamiento de neumáticos al aire libre está prohibido.

El responsable de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, se mostró tranquilizador este sábado al estimar que el incendio sería apagado en "dos o tres días".