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Hombres, mujeres y familias enteras han decidido cubrir a pie los 250 kilómetros que los separan de la frontera con Austria y se calcula que podrían tardar hasta 3 días en llegar a Austria
En Hungría, la Cruz Roja ha establecido un área de descanso, después de hacer 40 kilómetros, para que pasen la noche del viernes los centenares de refugiados que van a pie hacia la frontera austriaca.
Se han cansado de esperar una solución en Budapest, donde han estado bloqueados unos cuantos días, y centenares de refugiados han comenzado este viernes a la una de la tarde una marcha multitudinaria a pie desde la estación de Budapest hasta la frontera con Austria
Son 250 kilómetros de camino agónico. Están muy cansados, hace muchos días que comen muy poco o nada, pero se han decidido andar a pie cruzando la capital húngara, cruzando el puente del Danubio con la mirada fija en Austria
Hace días que se rumoreaba que los refugiados no veían otra salida más que una gran marcha a pie, pacifica. Cuando se decidieron la policía no ha podido hacerles nada y solo ha mirado de manera perpleja e impotente. No los han podido detener
Desesperados y determinados, han salido de la estación principal de trenes de Budapest, donde se concentraban unos dos millares de refugiados que querían ir rumbo a Alemania. El gobierno húngaro les había suspendido todos los trenes que iban directo rumbo a países de la Europa occidental y han decidido cubrir con sus propias piernas lo que les estaban impidiendo.
Los refugiados han caminado ordenadamente y, según parece, dirigidos por algunos líderes que han decidido ocupar nada más el carril bus, de manera que el tránsito de las avenidas no está cortado
Una vez que han dejado atrás las calles de Budapest, han continuado sin prisa su camino por la autopista.
Por el camino han recibido el apoyo de algunos ciudadanos húngaros, que les han ofrecido agua y alimento. La policía vigilaba que no cortasen del todo el tráfico en las carreteras. Calculan que pueden tardar tres días en arribar a su destino
Es evidente entonces, que la presión migratoria no para. Cinco mil seiscientos refugiados cruzaron ayer la frontera entre Grecia y Macedonia, según la ONU
Aún continúa habiendo refugiados en Budapest, muchos cerca de la estación de Karenki, donde han recibido ataques de ultras, que han llegado a lanzarles granadas. Por suerte parece que nadie ha resultado herido
Además, un refugiado pakistaní ha muerto esta tarde de viernes cuando abandonaba la estación de tren de Bicske, en Hungría, junto con centenares de personas más. Según la policía ha caído por causas desconocidas y se ha dado un golpe en la cabeza. Los agentes afirman que no lo estaban persiguiendo
Buena parte de los inmigrantes que estaban en este tren, el único que ha salido de Budapest en los últimos dos días, se han ido a pie con la intención de llegar a la frontera con Austria. El resto han accedido a irse al campo de refugiados que hay cerca de esta población húngara, a unos 35 kilómetros de la capital
Huida de centenares de inmigrantes de dos campos de refugiados
Centenares de refugiados han huido temporalmente de un centro de acogida del sur de Hungría donde estaban internados. Ha informado la prensa húngara que apunta que son unas 300 personas las que han salido corriendo del centro de Röszke y se han dirigido a la carretera. Se encuentra a no más unos 4 kilómetros de la frontera con Serbia. Según apuntan periodistas de la prensa local, la mayor parte de los refugiados habrían sido detenidos nuevamente por la policía.
En Röszke, con capacidad solo para 800 refugiados, están cerca de 2000 personas internadas y en el pasado ya hubo enfrentamientos entre las personas internadas y la policía
En otro campo de refugiados, en Bicske, cerca de Budapest, los refugiados han roto la valla y han intentado huir, pero fueron reprimidos con gases lacrimógenos por los policías, que les han obligado a volver dentro
Hay dos teorías sobre las razones para esta huida. Una es que los refugiados querían hablar con la prensa sobre las malas condiciones que tienen en el centro, pero las autoridades se lo negaron. La otra apunta a que la huida es una protesta contra las malas condiciones. Podría ser que ahora el último objetivo fuera unirse a la gran marcha pacífica iniciada por sus compañeros en Budapest.
Es evidente entonces, que la presión migratoria no para. Cinco mil seiscientos refugiados cruzaron ayer la frontera entre Grecia y Macedonia, según la ONU. La portavoz de la agencia de refugiados, ACNUR, dijo que más de un millar son niños que van solos y ha dado otro dato. Solo una cincuentena han pedido asilo en Macedonia lo que, según la ONU, demuestra que estos países son solo de transito
Desesperados y determinados, han salido de la estación principal de trenes de Budapest, donde se concentraban unos dos millares de refugiados que querían ir rumbo a Alemania