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La novela “El diablo me obligó” fue escrita por el autor mexicano F. G. Haghenbeck a partir de una necesidad que él sintió desde su perspectiva de lector. “Siempre desee una voz y un tono como la del estadounidense Stephen King, pero en las letras en español”. Desde los años 80 sintió la ausencia de escritores de terror, fantasía urbana que a él fascina. “A los norteamericanos y de manera especial a los ingleses les sale muy bien”, comentó el escritor esta tarde aquí, en entrevista con Notimex, a propósito de la reciente publicación de “El diablo me obligó”. Explicó que con ese espíritu, y gracias al ánimo que le infundieron amigos como el recientemente galardonado Bernardo Fernández (Bef), decidió escribir “El diablo me obligó”, luego de expresar su deseo de leer una novela sobre ese tema aparentemente olvidado por los literatos de hoy. “¡Pues escríbelo tú!”, coincidieron sus amistades inmersas en el mundo de la creación literaria y así, puso manos a la obra y tras un proceso creativo de largo alcance, concibió, estructuró y publicó esta novela que aparece en México como un parte aguas en las letras locales. Temeroso de que ninguna casa editorial creyera en su proyecto literario en el que se dan cita diableros, chamanes, exorcistas que andan por el mundo cazando diablos para ponerlos a pelear clandestinamente, pero inspirado en la obra de King y su universo de novelas de terror, terminó su nueva obra. La enorme sorpresa fue cuando el texto fue gratamente acogido por el sello editorial que ya lo lanzó al mercado, luego de que él había publicado novelas históricas con temas radicalmente opuestos al que ocupa a su nueva aventura literaria. “Escribía por las noches, disfrutando esa escritura”, dijo. El entrevistado no miente al lector, ni subestima su inteligencia, por eso antes de intentar convencerlo de que “El diablo me obligó” es una novela que merece una buena recepción y elogios por parte de la critica, él se convenció de que su texto es de calidad decorosa, convincente y atractivo. “Si a mí me gusta y si el primer convencido es el escritor, es casi seguro que al público de guste igualmente el libro”, señaló el narrador F. G. Haghenbeck, instalado en las instalaciones de la casa que apostó por su novela, a pesar del tema, en la que el personaje central es “Elvis Infante”. Se congratuló porque en México se está abriendo un espacio amplio y serio para este tipo de literatura, en el que hasta ahora han encontrado cobijo Guillermo del Toro y otros autores, nacionales y extranjeros, amantes todos ellos de las aventuras fantásticas, no de hadas, sino de hechos urbanos. En la trama de “El diablo me obligó”, el personaje “Elvis Infante” es un ex convicto que se mueve entre las peligrosas calles de East Side, en la ciudad de Los Angeles. Posee una peculiar forma de ganarse la vida: Es un famoso “diablero” y sus clientes lo buscan recurrentemente para que les capture demonios caribús, querubines, ángeles caídos y demás seres sobrenaturales. Al ahondar en la historia de su libro, comentó que de pronto, “Elvis” tiene entre sus manos un caso que parece excederlo, lo cual pone jaque su propia vida. Entre más se adentra, el caso se torna más oscuro. Es cuando se le revela un mundo sin pies ni cabeza al lado de personajes ya imaginables. “Está un sacerdote seductor de mujeres, una mafia con influencia en varios países, soldados americanos que patrullaron las cuevas de Afganistán, una pistolera vestida de lolita gótica y otros seres bizarros que dan vida a esta narración”, concluyó el autor del libro de aventuras llamado Haghenbeck.