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Es absolutamente injusto paliar una discriminación salarial -Policía Nacional y Guardia Civil respecto de los Mozos de Escuadra- con el esfuerzo y dinero de los que menos ganan. Una grave discriminación para corregir otra
La desigualdad es un factor que hunde sus raíces en los primeros ancestros del ser humano y estaba ligada a la capacidad para subsistir, es decir, para cazar, recolectar, defenderse de los depredadores, criar, etc. De ahí que, durante cientos de miles de años, el sexo fuerte tenía la tarea de cazar y defender y, la mujer, las tareas domésticas -cocinar los alimentos y hacer mantas y ropas-, la crianza, la siembra y recolección.
Con la revolución industrial en el S.XIX, arranca la lucha por la igualdad o la no discriminación por razón de sexo, que llega hasta nuestros días, pero no fue hasta bien entrado el S. XX que se empezaron a alcanzar y generalizar los mismos. En el plano legal, el de los derechos, el más importante fue el derecho de sufragio y, a partir de ahí, se sucedieron todos los demás hasta su consagración en las distintas constituciones de los países de las democracias occidentales. No ocurre lo mismo, por ejemplo, en los regímenes musulmanes donde, por poner un ejemplo, este mismo mes, Arabia Saudí permitía a las mujeres conducir pero sólo en determinadas circunstancias.
La lucha contra la desigualdad o la no discriminación por razón de sexo, es una batalla legal pero también social y empresarial o económica y solo la victoria en esta ultimas determinará la plena igualdad. La violencia de género, por ejemplo, es una evidencia de que en el plano social aún queda mucho por hacer. Como lo es el hecho de que, a igualdad de puesto o categoría dentro de una empresa, el salario del hombre sea superior al de la mujer. Inaceptable.
Sin embargo hay otra igualdad o discriminación que encierra no pocos peligros y amenazas en España. Me refiero a la igualdad retributiva de los funcionarios para tareas similares aunque en administraciones distintas. Es el caso de la discriminación retributiva entre los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado -Policía Nacional y Guardia Civil- y la policía autonómica Catalana, los llamados Mozos de Escuadra.
Se debe restringir a las comunidades la fijación arbitraria de sueldos
Para iguales funciones y riesgos, es verdad que no se justifica que los primeros tengan un salario de unos 1.500€/mes y los Mozos de Escuadra, casi que 2.500€. Pero sólo hasta ahí. El gobierno ya ha decido su equiparación en tres años (2020) pero, al ¡alza! Es decir, que en tres años, todos ganarán más de 2.500€ mes. Ni que decir tiene que esa subida a los primeros representa un incremento del 67% equivalente a un 22% anual para cada unos de los tres años, exageradamente por encima de los incrementos previstos para el resto de los trabajadores y pensionistas de este país, en el entorno del 2%. Y, que esa desorbitada subida, la pagamos entre todos -incluidos los que ganan el SMI o sea, 750€/mes- con los impuestos, directos e indirectos. Absolutamente injusto paliar una discriminación salarial con el esfuerzo y dinero de los que menos ganan. Una grave discriminación para corregir otra.
Pero el problema es aún más grave. Porque a partir de esta solución errónea de “equiparar al alza”, son muchos los colectivos que han empezado a organizarse para reivindicar su justa equiparación. Los primeros, el ejército, que es obvio que realiza parecidas funciones de trabajo y riesgo y tienen una retribución muy por debajo. Pero no queda ahí. Los bomberos, el Samur, los cuerpos de extinción de incendios, los auxiliares de enfermería, etc. ganan por debajo de esa cifra y, es verdad, que son profesiones igualmente duras y de riesgo.
Por otra parte, es un disparate que, por delegación de competencias, se permita a las 17 autonomías fijar sueldos con cargo a la presupuestos generales del estado y/o del respectivo déficit y por tanto a cargo del conjunto de los españoles, para que estas, libremente, puedan fijar los sueldos arbitrariamente y de espaldas a los que rigen para sus iguales en la administración central o en el resto de Comunidades Autónomas. Dicho de otro modo, bastaría con que las Comunidades más ricas fijen sueldos superiores a sus funcionarios en determinadas áreas para que por “equiparación al alza” el gobierno central y el resto de autonomías se vieran presionadas a subir los sueldos de sus funcionarios.
La equiparación nunca debió ser al alza. Como el sueldo de los Mozos no se puede bajar, se debió aplicarles el incremento anual mínimo y a los cuerpos de Policía y Guardia Civil, unos incrementos superiores, para una suave y paulatina equiparación a largo plazo que aleje el fantasma reivindicativo que se avecina en una pluralidad de sectores.
Equiparar sueldos al alza es un error que desatará una cascada de reivindicaciones
En todo caso, pone al descubierto, la necesidad de una ley que restrinja a las distintas comunidades, la fijación arbitraria de sueldos.
AscoHastaLaNáusea