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El multimillonario texano Robert Allen Stanford se entregó esta noche de manera voluntaria a la policía, luego de emitirse una orden de arresto en su contra por presunto fraude a miles de inversionistas. Stanford, de 58 años, se entregó y fue puesto bajo custodia luego que agentes federales acudieron a la casa de su novia en el estado de Virginia, informó su abogado defensor, Dick DeGuerin. Su detención se efectuó horas después de que un gran jurado en Houston, a cargo de investigar las acusaciones de fraude presentadas contra Stanford y su firma financiera Stanford Financial Group, emitió dos acusaciones y ordenó su arresto. El multimillonario fue acusado por la Comisión de Valores e Intercambios (SEC) de Estados Unidos en febrero pasado, de perpetrar junto con otros dos ejecutivos de Stanford Financial Group un fraude de unos ocho mil millones de dólares a inversionistas que les confiaron su dinero. De acuerdo con la SEC, "Stanford y su cerrado círculo de familia y amigos con quienes administra sus negocios, perpetraron un masivo fraude basado en falsas promesas y un historial fabricado de datos de utilidades para aprovecharse de inversionistas". La SEC señaló como responsables del fraude a Stanford, al director financiero de Stanford Financial, James Davis y a directora de inversiones de la firma, Laura Pendergest Holt. Pendergest Holt fue la primera a la que se le formularon acusaciones formales a principios de este año por conspiración y obstrucción de justicia, por presuntamente mentir a los investigadores. Davis, quien ha cooperado con las autoridades en el caso, aún no ha sido acusado. Stanford y su banco, el Stanford International Bank Ltd, además de sus firmas cercanas, controlaban más de 30 mil cuentas de inversionistas alrededor del mundo y manejaban bienes por unos ocho mil 500 millones de dólares, principalmente de ahorradores en Latinoamérica. Tras la acusación de la SEC, un juez federal en Dallas ordenó la intervención de la firma financiera y el congelamiento de todos los bienes de ésta y de los acusados, incluidas las cuentas de miles de los inversionistas. Conforme avanzaron las investigaciones, los ahorradores han podido poco a poco recuperar su dinero.