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Poblemas cardíacos y circulatorios, fibromialgia, artritis, trastornos mentales, cáncer, EPOC.Reduce 20% ansiedad.Mejoría: entre tres y doce semanas de ejercicio
ENFERMEDADES CRONICAS: ACONSEJAN EJERCICIO PARA ALIVIAR ANSIEDAD
De una revisión de estudios surge que ante un mal crónico, como la enfermedad cardíaca que suele producir ansiedad, es aconsejable el inicio de un programa físico para calmar los nervios.
Los investigadores hallaron "evidencias sólidas" de que el ejercicio puede reducir la ansiedad en pacientes con enfermedades crónicas, tales como:
problemas cardíacos y circulatorios,
fibromialgia (dolores articulares y musculares persistentes que invalidan)
artritis (enfermedad inflamatoria y progresiva de articulaciones),
trastornos mentales,
cáncer,
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) (intensos problemas respiratorios).
La ansiedad es común en los pacientes que adolecen de las afecciones mencionadas, aunque a menudo es subestimada o subdiagnosticada porque muchos médicos la consideran una "respuesta sin importancia a una enfermedad crónica", escribió en Archives of Internal Medicine el equipo de Matthew P. Herring, de University of Georgia.
Impacto negativo
Aun así, la ansiedad puede tener un impacto negativo en el tratamiento, en parte porque los pacientes que la sufren serían menos propensos a cumplir con los pasos indicados.
Los ansiolíticos alivian el problema, pero la actividad física es una buena opción para los que prefieren un enfoque no farmacológico.
El equipo revisó la literatura médica en busca de estudios sobre los efectos del ejercicio (versus el no ejercicio) en enfermos adultos crónicos y sedentarios.
Actividad física reduce 20% ansiedad
Los participantes en los 40 estudios seleccionados tenían unos 50 años y el 59 por ciento era mujer. Los que hicieron ejercicio, lo cumplieron tres veces por semana, durante 16 semanas, y 42 minutos por sesión.
El ejercicio realizado varió considerablemente, pero eso no fue relevante. La ejercitación redujo los síntomas de ansiedad en un 20 por ciento, a diferencia de los grupos de control, que no la realizaron.
"Aunque la mayoría de esos pacientes no tenían síntomas extremadamente altos de ansiedad al inicio del entrenamiento, esos síntomas disminuyeron igualmente", dijo Herring.
La esclerosis múltiple fue la única enfermedad en la que el ejercicio disminuyó poco la ansiedad.
Los beneficios fueron similares si el programa cumplía o no con las recomendaciones para la actividad física moderada o intensa.
Mejoría: entre tres y doce semanas de ejercicio
Los programas que duraron entre tres y 12 semanas bajaron más los síntomas de ansiedad que los que duraron más de 12 semanas, mientras que las sesiones de más de 30 minutos dieron mejor resultado que las de menor duración.
Según Herring, los pacientes tendieron a cumplir mejor los programas de menor duración, "lo que reduciría aún más la ansiedad que las rutinas más prolongadas".
El ejercicio "sería especialmente útil" en pacientes con enfermedades crónicas que prefieren los enfoques no farmacológicos contra la ansiedad, concluyó el equipo.