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Las elecciones legislativas del domingo en Macedonia, saldadas sin un vencedor claro entre la derecha en el poder y la oposición socialdemócrata, pronostican la persistencia del bloqueo político que impera en el país desde hace dos años.
Macedonia vive en un clima envenenado por las acusaciones de corrupción, el espionaje masivo a la población y la deriva autoritaria, que pesan sobre el exprimer ministro y candidato conservador, Nicola Gruevski.
Estas legislativas tenían por objetivo resolver esta crisis en un país confrontado a un éxodo masivo de la población, donde el salario medio es inferior a 400 euros al mes y que cuenta con una alta tasa de desempleo.
Sin embargo, según la prensa local y los dos grandes partidos políticos -la Organización Interna Revolucionaria de Macedonia - Partido Democrático para la Unidad Nacional Macedonia (VMRO-DPMNE), de Nikola Gruevski, y la Unión Socialdemócrata de Macedonia (SDSM), de Zoran Zaev-, todo el mundo ha ganado.
Este lunes por la mañana, los macedonios podían elegir su versión de los acontecimientos: 'Décima victoria del VMRO-DPMNE', titulaba en portada el diario progubernamental Dvevnik, frente a 'El Gobierno cae en Skopje', de su rival, Sloboden Pecat, pro-oposición.
- Nuevas elecciones -
Con el escrutinio prácticamente terminado, el avance del partido de Gruevski, en el poder desde 2006, es ínfimo: 38, 06% contra el 36, 69% del SDSM.
No es seguro que el resultado se traduzca en nuevos escaños para los conservadores: los dos partidos obtendrán unos 50 diputados para un total de entre 120 y 123 escaños, según los analistas. La comisión electoral podría oficializar el reparto a lo largo de la jornada.
"En unos meses tendremos nuevas elecciones", pronosticaba un editorialista de Dvevnik, Darko Janevski.
El domingo por la noche, Nikola Gruevski aseguró que iba a iniciar las negociaciones para formar una coalición. Aún así, para permanecer en el poder, el VMRO-DPMNE deberá hacer lo posible por convencer a su actual aliado, Ali Ahmeti, líder del principal partido albanés -Unión para la Integración Democrática (DUI)-, que ha obtenido el 7, 3% de los votos.
- Los albaneses, cruciales -
Este país de dos millones de habitantes con mayoría eslava ortodoxa tiene una minoría de albaneses, que suponen entre el 20 y el 25% de la población y que, tras las elecciones, jugarán un papel decisivo en la formación de Gobierno. Además del DUI, el nuevo Movimiento Besa, que logró el 4, 87% de los sufragios y exige medidas económicas a favor de los albaneses, también tendrá voz y voto para lograr la mayoría.
Quince años después de los enfrentamientos de 2001, cuando el país estuvo a punto de caer en una guerra interétnica, la cuestión sigue siendo sensible.
En la campaña, Gruevski acusó a Zaev de jugar con fuego al prometer una "federalización del país". A juzgar por los 70.000 votos obtenidos por el SDM, en las zonas albanesas del norte, según los medios locales, la jugada no le habría salido mal.
En cualquier caso, "lo más importante es que estas elecciones se han desarrollado de manera pacífica, transparente y democrática", aseguró a la AFP el analista político Aleksandar Damovski.
"Estos resultados van a forzar a los partidos a entablar negociaciones serias, a hacer compromisos y a llegar a acuerdos comunes, lo que contribuirá a devolver [a Macedonia a] un ambiente democrático", considera el experto.