"Tómelo con calma..." John Dillinger pronuncia estas palabras con tono burlón, el sombrero de paja echado a la nuca, el rostro cubierto con un pañuelo, con la pistola apuntando a Grisso, cajero de la sucursal del National Bank. Domina con un gesto a sus tres compinches, que querían liquidar al pobre empleado.

"Procure darse prisa", le dice al pobre hombre, que arrodillado delante de la caja se esta esforzando en abrirla.

Muy galante, Johnny ruega a la secretaria que acaba de entrar, que se eche en el suelo y la ata con un alambre. Dos personas mas sufren la misma suerte. Grisso abre por fin la caja. Los gángsters toman 10.600 dólares y se eclipsan con celeridad y discreción. es el primer golpe grande de Dillinger.

Ha aprovechado bien el tiempo. Hace apenas tres semanas que abandonó Michigan City ( estamos en junio de 1933 ) . Los consejos que en el penal recibió de sus mentores están dando su fruto.

Dillinger prosigue su carrera. Diez bancos desvalijados en menos de tres semanas, en cinco diferentes Estados. Es una hermosa marca....

El 19 de junio, aniversario de sus treinta y un años, recibe el dudoso honor de ser declarado< Enemigo público número 1>

Aquel 22 de julio de 1934 hacía mucho calor en Chicago:

Son las cinco y media de la tarde. Anna Sage, ( compañera de habitación de Polly la amante de Dillinger ) telefonea a Pulvis ( F.B.I. ): "Está aquí, esta noche iremos al cine, al Biograph. Yo llevaré un vestido rojo."

Enemigo público número 1

La película que ponen es, Melodrama en Manhatan, una película de gángsters, con Clark Gable y William Powell como protagonistas. Quince federales rodean el Biograph. Pulvis dirige la maniobra. El arresto se efectuará a la salida.

Llega Dillinger. Traje gris, camisa blanca y sombrero de paja. Va acompañado por dos mujeres.

Pulvis y Cowley han dispuesto su plan, sin prevenir a la policía de Chicago. Una patrulla de agentes municipales toma a los federales por bandidos al acecho. Se dan las correspondientes explicaciones. Pero el incidente está a punto de estropearlo todo.

Pulvis, lívido, con la garganta seca y un habano en los labios, espera el momento culminante. Las diez y media. Los espectadores comienzan a abandonar la sala. Ya se divisa el vestido rojo de Anna. Ahi esta Dillinger. Pulvis enciende su habano. Era la señal convenida. Los federales inician un movimiento. Johnny se da cuenta de que algo ocurre. Saca el revólver. Demasiado tarde.... El agente Hollis dispara por dos veces. Alcanza al bandido, primero en el costado y luego en la nuca, la bala vuelve a salir por un ojo. Dillinger se desploma. Su cabeza golpea duramente en el pavimento. Ha muerto instantáneamente.