¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Rubén Salazar E. escriba una noticia?
Los ciudadanos le hemos enviado un mensaje directo a la soberbia de la clase política
Este pasado 6 de junio vivimos una jornada electoral muy importante para lo que será el futuro inmediato de México. Los ciudadanos le hemos enviado un mensaje directo a la soberbia de la clase política, y si bien es cierto que los dirigentes políticos continúan proclamándose ganadores aun cuando no lo son del todo, estoy seguro que en el fondo han acusado de recibo lo que el pueblo les ha dicho a través de las urnas.
1- Se le ha refrendado a López Obrador la posibilidad de tener una mayoría en la cámara de diputados pero sin incrementar su poder ahí.
2- La coalición opositora ha recibido una tímida oportunidad para poder maniobrar en el poder legislativo pero sin exagerar.
3- A MORENA los capitalinos le propinaron una fuerte bofetada en respuesta a las pésimas administraciones que tuvieron sus alcaldes en estos últimos 3 años.
4- El PRI sigue siendo despreciado, pues en cada elección que se lleva a cabo pierde más presencia en el espectro político nacional.
5- La oposición no es bien vista en gran parte del territorio nacional, las gubernaturas ganadas por MORENA y sus aliados lo confirman.
Con los anteriores cinco puntos, se puede afirmar que, con miras a la elección presidencial dentro de 3 años, MORENA se empodera al obtener 11 triunfos en gubernaturas, pues es sabido que para la competencia sexenal, los gobernadores juegan un papel protagónico en pro de sus partidos. Sin embargo, recuperar lo perdido en la Ciudad de México y negociar con sus opositores dentro de la cámara de diputados, tendrán que estar dentro de sus prioridades.
Por su parte, la oposición deberá de dejar de ser triunfalista y cuidar sus pactos internos, pues ante la no muy transparente historia de cada partido político que la conforma, las alianzas pueden ser frágiles. De igual manera, los triunfos obtenidos en la capital del país no serán nada si no muestran un verdadero cambio ante sus gobernados.
Al final, los resultados reflejan el sentir de una sociedad herida por la corrupción, la inseguridad, el oportunismo político y la polarización inútil. Ya va siendo hora de que la clase política se dé un tiempo para la autocrítica, la valoración de cada uno de los votos que les fueron otorgados y el reconocimiento de que los gobernados somos una comunidad absolutamente plural.