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Aunque es muy común la doctrina de un lugar de tormento eterno en muchas religiones desde hace mucho tiempo, el infierno del cristianismo puede verse desde perspectiva diferente si se examinan algunos detalles
Hoy en día es muy común la doctrina del infierno en centenares de religiones del planeta y está presente en la mayoría de religiones del cristianismo. De forma variable, consiste en un lugar de tormento que puede ser temporal, permanente o cíclico; con distintas formas de tortura correspondiente a los pecados cometidos en la vida. Por ejemplo, el infierno es una de las etapas entre las reencarnaciones del círculo de la vida en el Di Yu de la mitología china.
La idea central del infierno en el cristianismo consiste en un lugar de tormento eterno cuyas llamas no se apagan y gusanos que nunca mueren, donde son echados los individuos condenados por sus pecados como negar la fe en Cristo, profetizar falsamente, dedicarse a la mentira etc. Entre algunas religiones del cristianismo que profesan la doctrina del tormento eterno están la Iglesia Presbiteriana, Luterana, Anglicana, por mencionar algunas de las confesiones protestantes; y algunas ramas de la Iglesia Católica. También existen algunas confesiones cristianas que creen en el infierno como un lugar simbólico de inactividad donde van todos los muertos, como en el caso de los Adventistas del Séptimo día y los Testigos de Jehová.
La transliteración de las palabras traducidas como infierno en algunas Biblias son Seol (del Hebreo: sche’ óhl), Hades ( del griego: hái·des, tanto hades como seol en latín: in·fér·nus) y Gehena (Hebreo: gueh hin·nóm, ‘ valle de Hinón’ ; griego: gué·en·na, Latín: ge·hén·na) sin embargo otras Biblias utilizan directamente estas transliteraciones en lugar del término ‘ infierno’ para que el lector se haga su propia idea de los pasajes. Aunque en algunas versiones Bíblicas se traduce ‘ Infierno’ indiscriminadamente para los tres términos mencionados, el Gehena es el único lugar de castigo mencionado por la Biblia que hace referencia a las llamas que no se apagan y los gusanos que no mueren y aparece, por primera vez en: Mateo 5:22; mientras que Seol y Hades son utilizados frecuente y comúnmente para referirse al ‘ lugar de los muertos’ tanto en el antiguo como nuevo testamento (escrituras hebreas y griegas). Algunas versiones bíblicas, por no haber una traducción exacta al español, vierten sche’ óhl y hái·des con las transliteraciones Seol y Hades; otras utilizan términos como ‘ sepulcro’ , ‘ hoyo’ , ‘ abismo’ , ‘ tumba’ ‘ reino de los muertos’ .
Salmo 9:17 Versión Valera, 1934: ‘ Los malos serán trasladados al infierno*, todas las gentes que se olvidan de Dios.’ Otras versiones* vierten también: ‘ infierno’ , ‘ el reino de la muerte’ , ‘ seol’ y ‘ Seol’
Job 14:13, Scío de San Miguel: ‘ [Job oró:] ¿Quién me dará, que me cubras en el infierno*, y me escondas, hasta que pase tu furor, y me aplaces el tiempo, en que te acuerdes de mí?’
Al parecer, este personaje del pasaje bíblico, deseaba morir por los sufrimientos que se relatan en el libro que lleva su nombre. En textos como Génesis 37:35, 1 Samuel 2:6, 2 Samuel 22:6 y Oseas 13:14 se relaciona la muerte directamente con el Seol y la sepultura.
Diferencia entre Seol, Hades y Gehena.
‘ Se ha causado mucha confusión y equivocación debido a que los traductores primitivos de la Biblia persistentemente vertieron con la palabra infierno el vocablo hebreo Seol y los vocablos griegos Hades y Gehena. El que los traductores de las ediciones revisadas de la Biblia simplemente hayan hecho una transliteración de estas palabras no ha sido suficiente para eliminar de manera notable esta confusión y el concepto falso.’ The Encyclopedia Americana**
Seol y Hades de origen hebreo y griego respectivamente, tienen el mismo significado: la tumba colectiva de la humanidad. Son dos términos equivalentes utilizados en la antigüedad para referirse, evidentemente, al lugar simbólico donde van todos los muertos o, dicho de otra manera el estado de cualquier perona al morir.
Un texto clave para diferenciar el Lago de Fuego (Gehena) con el infierno (Hades y Seol) es en la cita de Apocalipsis 20:13, 14, : ‘ La mar dió los muertos que estaban en ella; y la muerte, y el infierno* dieron los muertos que estaban en ellos; y fué hecho juicio de cada uno de ellos según sus obras. Y la muerte, y el infierno fueron lanzados en el lago de fuego.’ (Versión Valera 1904)
Aquí es claro que el ‘ infierno’ (hái·des) y la muerte son echados al lago de fuego, Gehena. Si el infierno se lanzado al lago de fuego ¿qué es este lago de fuego?
A diferencia de Hades y Seol, Gehena viene de una raíz hebrea que significa literalmente ‘ Valle del hijo de Hinón’ , que en tiempos bíblicos era un barranco de desechos. En un tiempo de aquella época este valle sirvió de lugar para ritos religiosos idolátricos y la práctica de sacrificar niños, esto se puede verificar en 2 Crónicas 28:1, 3; 33:1, 6 y Jeremías 7:31; 19:2, 6. Por este motivo, posteriormente se convirtió aquel valle en un lugar impropio para usarse en adoración.?2 Reyes 23:10. La tradición relata que el valle de Hinón después de eso llegó a ser un lugar donde disponer de la basura. Y la Biblia suministra confirmación de esto. En Jeremías 31:40, por ejemplo, evidentemente se llama al valle de Hinón la "llanura baja de los cadáveres y de las cenizas grasosas." Para el tiempo de Jesucristo (que fue cuando por primera vez se utilizó el término Gehena como el castigo eterno) este valle era el vertedero de basura de Jerusalén, donde se echaban también los cuerpos de animales muertos y cadáveres de criminales a quienes no se les consideraba dignos de una tumba conmemorativa (que significaba popularmente el símbolo de la resurrección). A los cadáveres se les echaba azufre para acelerar la quema, y los cuerpos putrefactos que no eran alcanzados por el fuego eran consumidos por los gusanos.
Es interesante que, siendo la base principal de la creencia del infierno actual, a este barranco nunca se le echaban animales o personas vivas para morir incineradas sufriendo en las llamas, sino sólo cadáveres para ser aniquilados. No menos interesante es el comentario de la obra católica El Evangelio de Marcos Análisis Lingüístico y comentario exegético, volumen II (Refiriéndose al texto de Marcos 9:43-48):
“La mar dió los muertos que estaban en ella; y la muerte, y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; [...]Y la muerte, y el infierno fueron lanzados en el lago de fuego"
"[La] frase [está] tomada de Isaías (66, 24). El profeta expone los dos modos como suelen destruirse los cadáveres; la putrefacción y la cremación [...]. La yuxtaposición en el texto de gusanos y fuego refuerza la idea de destrucción [...]. Las dos fuerzas destructoras se describen como permanentes ('no se apaga, no muere'): no hay manera de escapar de ellas. En la imagen, pues, los que perviven son el gusano y el fuego, no el hombre, y aniquilan todo lo que cae en su poder. No se describe, por tanto, un tormento eterno, si no destrucción total, que, al impedir la resurrección, equivale a la muerte definitiva".
También Joseph E. Kokjohn hizo el siguiente comentario en el periódico católico Commonweal:
"El lugar final de castigo, evidentemente, es Gehena, el valle de Hinnom, que anteriormente había sido un lugar donde se ofrecían sacrificios humanos a dioses paganos, pero en tiempos bíblicos ya había llegado a ser el basurero de la ciudad, un montón de desechos en las afueras de Jerusalén. Aquí el hedor y el humo y el fuego eran un recordatorio constante, para los habitantes, de lo que les sucedía a las cosas que habían cumplido su propósito... eran destruidas."
Evidentemente, Jesucristo utilizó ese barranco como símbolo de lo que sucedería con la gente malvada: serían destruidos. Con la diferencia de que las dos formas de destrucción son interminables, es decir no tienen liberación (o resurrección) de ese castigo. Una destrucción completa. Esto explica porqué el infierno y la muerte son echados al lago de fuego. Según la Biblia, en Apocalipsis 21:4 en el futuro, la muerte (y por consiguiente el infierno) no existirán.
Sobre el tormento eterno.
El libro de Apocalipsis menciona que existe un tormento eterno y perpetuo, como castigo para los pecadores en el cap. 14:10, 11. También en Isaías 34:9, 10 se encuentra un pasaje similar donde se realizaría una destrucción de una ciudad llamada Edom.
"También beberá del vino de la cólera de Dios que ha sido vertido sin diluir en la copa de su ira, y será atormentado con fuego y azufre a vista de los santos ángeles y a vista del Cordero. Y el humo del tormento de ellos asciende para siempre jamás, y día y noche no tienen descanso, los que adoran a la bestia salvaje y a su imagen, y cualquiera que recibe la marca de su nombre." Apocalipsis 14:10, 11 Traducción del Nuevo Mundo*
"Y los torrentes de ella tienen que cambiarse en pez, y su polvo en azufre; y su tierra tiene que llegar a ser como pez ardiente. Ni de noche ni de día se extinguirá; hasta tiempo indefinido su humo seguirá ascendiendo. De generación en generación quedará abrasada; para siempre jamás, nadie irá pasando por ella." Isaías 34:9, 10 Traducción del Nuevo Mundo*
La fraseología es muy similar y ambos hablan de un castigo eterno. Sin embargo, en el contexto de Isaías se habla sobre la futura destrucción de esa ciudad, y que su humo ascendería para siempre jamás ‘ generación tras generación’ ; como si este humo hiciera un recordatorio constante de la destrucción de esta ciudad. En ambos textos, se transmite la idea de castigo perpetuo (igual que los gusanos y el fuego de Marcos 9). El uso de la expresión ‘ tormento’ suele estar relacionado con castigo de muerte y destrucción en el Antiguo Testamento. La palabra que literalmente significa ‘ tormento’ en el AT es básanos y en algunos pasajes suele traducirse como castigo, como sucede en pasajes como Ezequiel 3:20; 32:24, 30. Ahí se dice que "todos los muertos que cayeron a espada . . . han recibido su castigo [básanos]" y que las personas "que descienden muertas a Hades . . . han recibido su castigo [básanos]." En el caso de Apocalipsis 14:10, 11 se utiliza un vocablo similar: ‘ ba?sa?ni?smóu’ que también se traducirse ‘ carcelero’ (como en Mateo 18:34), lo que también transmite la perpetuidad del castigo.
Viéndolo en esa perspectiva el infierno del que habla la Biblia (Hades y Seol) es el lugar metafórico donde se encuentran todos los muertos, algunos de los cuales tienen posibilidad de resurrección bíblica. El lago de fuego que arde con azufre, el Gehena, también es una condición de muerte, pero a diferencia del Hades, aparentemente quien entra ahí no tiene posibilidad de resurrección, ya que es una destrucción permanente de la que no hay liberación.
*"Infierno" La Santa Biblia, Versión Moderna (1960), Sociedades Bíblicas en América Latina.
La Sagrada Biblia, Felipe Scío de San Miguel.
"reino de la muerte" Dios habla hoy, la Biblia (1966, 1970, 1979), Versión Popular, Sociedades Bíblicas Unidas.
"seol"
Sagrada Biblia (1947), José María Bover y Francisco Cantera Burgos.
Biblia de Jerusalén (1966), José Ángel Ubieta.
Sagrada Biblia (1975), Francisco Cantera Burgos y Manuel Iglesias González.
"Seol"
Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, edición de 1974
“Se ha causado mucha confusión y equivocación debido a que los traductores primitivos de la Biblia persistentemente vertieron con la palabra infierno [los vocablos Seol, Hades y Gehena]."
Santa Biblia (1960), Versión Reina-Valera
**1942, tomo XIV, pág. 81.