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El objetivo es identificar las empresas que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores perteneciente al sector de turismo, comercialización, financiero y aeroportuario, mediante el análisis financiero, para de esta manera describir el impacto que tiene el coronavirus en dichos sectores
Planteamiento del problema
La expansión de la pandemia de coronavirus está afectando de forma importante la actividad económica mundial. Sectores como el turismo, el comercio y las cadenas de producción y abastecimiento se encuentran entre los principales afectados (Fetzer, Hensel, Hermle, & Roth, (2020). Por ello, es importante conocer el impacto social y económico del coronavirus y la importancia que tiene para las empresas de dichos sectores afectadas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores.
Objetivo general
Identificar las empresas que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores perteneciente al sector de turismo, comercio y cadenas de producción y abastecimiento, mediante el análisis financiero, para de esta manera describir el impacto que tiene el coronavirus en dichos sectores.
Objetivos especificos
El primero se refiere a seleccionar las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores pertinentes para el desarrollo de esta investigación acorde al objetivo general. El segundo se refiere a identificar las pérdidas de las principales empresas afectadas mediante razones financieras. El tercero se refiere a determinar el impacto económico del nuevo coronavirus. Y el cuarto objetivo específico se refiere a comparar el impacto del coronavirus por cada empresa analizada dependiendo del sector.
Marco teórico
Hoy en día, se vive una catástrofe en cuanto a la vida social y económica debido a que varias empresas de diferentes sectores están siendo afectadas por la pandemia a la que hoy nos enfrentamos por el coronavirus, a quien la Organización Mundial de la Salud [OMS] ha denominado COVID-19. Está pandemia inicialmente tuvo sus primeros brotes en el epicentro de China, específicamente en la ciudad de Wuhan. El comportamiento de esta epidemia contrasta con el del Síndrome Respiratorio Agudo Severo [SRAS-CoV] ocurrido en 2002-2003 y con el del Síndrome Respiratorio del Oriente Medio [MERS-CoV], detectado en la península arábiga en 2013. La tasa de letalidad de Covid-19 es de alrededor de 3%, mientras que para SARS-CoV y MERS-CoV es de aproximadamente 10 y 34%, respectivamente (Barro, Ursúa & Weng, 2020). Esto quiere decir que la enfermedad no es del tanto mortal, sin embargo, la forma de contagio es muy rápida ya que ocurre cuando una persona infectada estornuda o tose, dispersando pequeñas gotas de agua por el aire. Esas gotitas pueden aterrizar en la nariz, la boca o los ojos de una persona que se encuentra cerca, o ella las puede respirar. Es posible que una persona también contraiga la infección al tocar una superficie cubierta de gotas infectadas y luego se toque la nariz, la boca o los ojos. Durante el primer semestre de 2020 se ha notificado que la mayoría de los casos de COVID-19 ha ocurrido en personas adultas y que ciertas comorbilidades pueden asociarse con casos graves y muerte; sin embargo, también se han registrado casos en menores de un año de edad. En un estudio publicado en Lancet, autores chinos no encontraron evidencia de transmisión vertical en un grupo de nueve mujeres embarazadas con diagnóstico confirmado de Covid-19. De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, más de 11, 380 casos se han recuperado de esta enfermedad (Wei, Yuan, Liu, Yu & Zhang, 2020).
La Organización Mundial de la Salud declaró el nuevo brote de coronavirus emergencia de salud pública de importancia internacional. Esto con el fin de imponer la cuarentena necesaria para evitar la proliferación del virus. Dado que una de las características principales de esta enfermedad es que no se conoce la cura, se busca mitigar sus impactos económicos en el corto plazo debido a que la interacción entre las personas es lo que podría permitir que la enfermedad se extendiera más rápido, por lo que el confinamiento u aislamiento en primera instancia es lo que se decidió desplegar para tratar de controlar la propagación del coronavirus de mejor manera (Ramos, 2020).
En 2017, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades [CDC por sus siglas en inglés] de los Estados Unidos publicaron directrices para la prevención de la "gripe pandémica". Las recomendaciones de los CDC para las "intervenciones no farmacéuticas" incluían: aislamiento domiciliario voluntario de personas enfermas; cuarentena domiciliaria voluntaria de los miembros de la familia expuestos; el distanciamiento social incluyendo el cierre de escuelas, el distanciamiento social en los lugares de trabajo, y el aplazamiento o cancelación de reuniones masivas; y medidas ambientales como la limpieza rutinaria de las superficies que se tocan con frecuencia (Deloitte, 2020). Desde 2017 en Estados Unidos ya se planteaba la posibilidad de una “gripe pandémica”, sin embargo, no fue hasta este año 2020 que se hizo realidad, afectando a miles de personas. En el caso de México, tan solo en la Ciudad de México se han confirmado hasta el 25 abril de 2020 alrededor de 3, 764 casos de los cuales 253 personas fallecieron de acuerdo a la información del Gobierno de México (2020). El estado en donde menos se han confirmado casos con COVID-19 es Colima con 17 casos y 2 muertes. La reacción de las personas es quien define el impacto económico que puede tener esta enfermedad, y por lo visto, en el caso de México las medidas de contención no han sido suficientes dado que las empresas también han sufrido consecuencias económicas por dicha pandemia.
Ahora bien, el impacto que dicha pandemia puede tener en las empresas se podría reducir a 3 escenarios (Clavellina Miller, 2020):
Impacto directo en la producción. Debido a que muchas empresas se están viendo afectadas por las medidas que el gobierno ha dispuesto como el cierre temporal de las empresas y con esta medida, es posible haya resultado en el despido de trabajadores.
Interrupción de la cadena de suministro y del mercado. Debido a que muchas empresas dependen de los insumos importados de China y otros países afectados por la enfermedad. De igual manera las pequeñas y medianas empresas pueden tener mayores dificultades para sobrevivir a la perturbación.
Repercusiones financieras en las empresas y los mercados financieros. Debido a que las perturbaciones podrían poner en tensión a algunas empresas, en particular las que tienen una liquidez insuficiente. De esta manera el riesgo para dichas empresas es mayor, lo que debilita aún más la confianza en los instrumentos y mercados financieros.
Uno de los principales riesgos que se observa en la expansión del COVID-19 es que se trata de una crisis que tiene el potencial de acelerar la inflación en un entorno en el que se conjuntan una pandemia, fricciones comerciales, bajo crecimiento y una deuda abultada en la mayoría de los países, por lo que la recuperación requerirá de la cooperación internacional (Rogoff, 2020) esto debido a que dichos países tendrán que incurrir en importantes déficit públicos para impulsar su actividad económica y sectores de salud.
Algunas de las principales empresas a la que se enfrenta dicho impacto económico son las siguientes de acuerdo a las noticias generadas durante el primer trimestre de 2020 (El Financiero, 2020):
Volaris A, la aerolínea mexicana de bajo costo acumuló una minusvalía de -24.63%, una pérdida de valor de capitalización de $6, 193 millones de pesos.
Aeroméxico acumuló una minusvalía de -12.76%, equivalente a $1, 201 millones de pesos en valor de mercado.
Grupo aeroportuarios del Centro Norte [OMA] ha sido una de las emisoras más castigadas en la Bolsa Mexicana de Valores con una caída de -17.97% a consecuencia de la pandemia de coronavirus.
Las acciones de Grupo Aeroportuario del Pacífico han caído en un -6.66%.
Entre las 35 acciones más relevantes del mercado mexicano se destacó el retroceso de Banco del Bajío, con -7.93%.
Grupo Financiero Banorte, pasó de un precio de $105.65 pesos por acción a uno de $60 pesos al cierre del 1 de abril de 2020, en su peor registro desde el 6 de junio de 2012, acumulando una caída de -41.40% durante el primer trimestre de 2020.
Las empresas cotizadas en bolsa ante la pandemia de coronavirus se enfrentan a problemas económicos debido la baja en el precio de sus acciones y el deterioro de sus indicadores de análisis financiero. Las razones financieras son una herramienta útil para evaluar el desempeño de las organizaciones (Domínguez & Salas, 2012). Las razones financieras ayudan a analizar la situación financiera de la empresa y algunos de los indicadores más relevantes en este análisis son la Utilidad por acción, que es la parte del beneficio neto total de una compañía que le corresponde a cada una de las acciones que constituyen su capital social (Kamali, 2020), por lo que la utilidad por acción ayuda a determinar el precio de una acción. Por otro lado, otro indicador financiero estratégico es la rentabilidad del dividendo, que resulta porcentaje de la relación entre los dividendos repartidos por una sociedad y el precio de la acción. También es relevante identificar la rentabilidad sobre el capital contable y la rotación de activos, como medidas de eficiencia operativa (Wijesiri, Yaron, & Meoli, 2017). A su vez, la razón precio a beneficio es importante considerarle ya que nos ayudar a determinar si las acciones individuales tienen un precio razonable; esto quiere decir que nos compara el precio de una acción con el beneficio de la misma (Shen, 2000).
Metodología
El proceso que se estableció para realizar la presente investigación con el fin de alcanzar el objetivo propuesto se desarrolló mediante las siguientes etapas:
1. Selección de sector empresarial de las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores. Se seleccionaron las que cumplían con los siguientes criterios: ser una empresa nacional, emisora dentro del mercado de capitales, con acciones como tipo de instrumentos financieros primordiales, del sector correspondiente a turismo, comercialización, financiero y aeroportuario, siendo éstas las empresas Volaris, Aeroméxico, Grupo aeroportuarios del Centro Norte, Aeroportuario del Pacífico, Banco del Bajío, Grupo Financiero Banorte, Cemex y Elementia.
Es importante resaltar la relevancia de mantener un óptimo nivel de capitalización o patrimonio adecuado
2. Búsqueda e identificación de los informes financieros al primer trimestre de 2020 emitidos, informes obtenidos de la base de datos Thomson Reuters Eikon (2020).
3. Análisis de razones financieras estratégicas de las empresas seleccionadas, correspondientes al primer trimestre de 2020, con el fin de determinar el impacto económico del COVID-19 en su situación financiera.
4. Análisis de los impactos económicos que ha tenido el COVID-19 y cómo ha repercutido en las empresas de los sectores seleccionados.
5. Identificación de la empresa que ha tenido un menor impacto económico de acuerdo a su sector.
Resultados
Los resultados obtenidos permiten concluir que:
De acuerdo a los datos obtenidos de los indicadores financieros podemos concluir que, del sector de transportes preponderantemente aerolíneas, la empresa que presenta mayor impacto por el COVID-19 fue Aeroméxico, con un beneficio por acción de -3.47 mientras que Volaris registró un beneficio de 2.61 y el de mercado es de 2.05, por consiguiente el que representa un mayor beneficio por acción es Volaris. De igual manera, en el beneficio neto del patrimonio de Aeroméxico fue de -47.79% mientras que Volaris fue de 57.70% y el de la industria fue de 28.84%; esto quiere decir que la empresa que mejor beneficio obtuvo fue Volaris ya que este indicador representa la rentabilidad sobre recursos propios, dividiendo el beneficio neto entre el capital más las reservas.
En el sector financiero, la empresa que registró un menor impacto por el efecto del coronavirus al primer trimestre de 2020 fue Grupo Financiero Banorte debido a que tiene un rendimiento por dividendo que, aunque no representa el rendimiento total real, si es un indicador que mide las ganancias por acción de la empresa y en este caso, Banorte registró 9.14% y en el caso de Banco de Bajío fue de 8.06% mientras que el de la industria fue del 2%.
La razón precio a utilidades es aquella que nos dice cuánto están dispuestos a pagar los inversores por cada peso de beneficio. En el caso de Grupo Financiero Banorte fue de 4.79 y Banco de Bajío fue de 3.75 mientras que el de la industria fue de 16.75, por lo que el indicador en mejor posición con respecto a la industria fue Grupo Financiero Banorte.
En el sector de producción se analizó a las empresas Cemex y Elementia. De acuerdo a los indicadores financieros considerados, el mejor beneficio por acción fue para Cemex con un 0.65, mientras que Elementia fue de -0.96, mientras que el beneficio por acción de la industria fue de 0.39. Sin embargo, con respecto al indicador de la eficiencia en términos de la rotación de activos o eficiencia con la que una empresa usa sus activos para generar ingresos Cemex registró un 0.48 mientras que Elementia registró 0.51 y la industria un indicador de 0.48. En este caso, aunque Elementia registró un indicador superior, Cemex representa un desempeño eficiente ya su indicador es similar al de la industria.
En cualquier caso, independientemente de la crisis de coronavirus y sus efectos económicos en las empresas, es importante resaltar la relevancia de mantener un óptimo nivel de capitalización o patrimonio adecuado. En el marco financiero, podemos definir que el patrimonio empresarial es el conjunto de bienes materiales o inmateriales. La importancia del patrimonio adquiere niveles máximos en el entorno legal, más allá del financiero, ya que su definición se extiende a conceptos cotidianos en el funcionamiento de las empresas para incluir a todas las relaciones jurídicas, independientemente de su utilidad financiera.
Referencias
Barro, R. J., Ursúa, J. F., & Weng, J. (2020). The coronavirus and the great influenza pandemic: Lessons from the “spanish flu” for the coronavirus’s potential effects on mortality and economic activity (No. w26866). National Bureau of Economic Research
Clavellina Miller, J. L. (2020). Posibles efectos del Coronavirus en la economía mundial. México: Instituto Belisario Domínguez. Senado de la República.
Deloitte. (2020). El impacto económico de COVID-19. 2020, de Deloitte Sitio web: https://www2.deloitte.com/ec/es/pages/strategy/articles/el-impacto-economico-de-covid-19--nuevo-coronavirus-.html#
Domínguez, D. B., & Salas, J. O. A. (2012). Anuario de ratios financieros sectoriales en México para análisis comparativo empresarial. Ra Ximhai: revista científica de sociedad, cultura y desarrollo sostenible, 8(2), 267-281.
El Financiero (2020). Noticias de Finanzas y Economía. Disponible en: https://www.elfinanciero.com.mx/
Fetzer, T., Hensel, L., Hermle, J., & Roth, C. (2020). Coronavirus perceptions and economic anxiety. arXiv preprint arXiv:2003.03848.
Gobierno de México (2020). Información sobre la emergencia sanitaria por COVID-19. Recuperado el 25 de abril de 2020 de: https://coronavirus.gob.mx/
Kamali, M. (2020). A Study on EPS Analysis of Tata Consultancy Service Ltd, chennai. Studies in Indian Place Names, 40(19), 379-383.
Ramos, C. (2020). Covid-19: la nueva enfermedad causada por un coronavirus. salud pública de méxico, 62(2, Mar-Abr), 225-227.
Rogoff, K. (2020). Falling Real Interest Rates, Rising Debt: A Free Lunch?. Journal of Policy Modeling.
Sanchidrián, J. P. (2018). El beneficio por acción en el marco de las NIIF. Técnica contable, 60(709), 72-81.
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Wei M, Yuan J, Liu Y, Fu T, Yu X, Zhang ZJ (2020). Novel coronavirus infection in hospitalized infants under 1 year of age in China. JAMA (Letters). 2020; E1. Https://doi.org/10.1001/jama.2020.2131
Wijesiri, M., Yaron, J., & Meoli, M. (2017). Assessing the financial and outreach efficiency of microfinance institutions: Do age and size matter?. Journal of Multinational Financial Management, 40, 63-76.