¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Fran Laviada escriba una noticia?
¿Escuchamos con frecuencia esas voces que
salen de nuestro interior solicitando nuestra atención, o por el contrario,
permanecemos completamente ajenos a ellas?
¿Por qué nos empeñamos en masticar una y otra
vez el chicle de la frustración, cuando deberíamos escupirlo, y sin embargo el
caramelo del optimismo lo mordemos y acabamos tragándolo de golpe en vez de
saborearlo?
¿Por qué los humanos nos torturamos tantas
veces, con con un pasado desastroso, cuando es algo que ya no existe?
¿Nos damos siempre cuenta de que si hoy es un
día especialmente desagradable, tan solo hemos de esperar con un poco de
paciencia a que llegue mañana, y que las cosas sean completamente diferentes?
¿Podemos llegar a ser tan masoquistas como
para sentirnos cómodos cuando en determinados momentos, vivimos en un estado de
total insatisfacción?
¿Tú también sientes en ocasiones, el ritmo
incesante y acompasado de tu respiración funcionando con la precisión
milimétrica de un reloj suizo?
¿Seremos capaces de descubrir algún día, cómo
funciona el mecanismo que hace fluir en nuestro interior, una poderosa
corriente de energía vital que en muchos momentos, se desplaza incansablemente por
todo nuestro cuerpo?
¿Somos conscientes de que el sufrimiento es
algo que va tan unido al ser humano, que siempre es mejor aprender a vivir con
él, que romperse la cabeza intentando
evitarlo ?
¿Es preferible llevar una vida rutinaria y
aburrida, incluso en ocasiones desgraciada, por temor a lo desconocido, o
atreverse a realizar un cambio drástico en ella, y arriesgarse a que todo salga
al revés de cómo hemos planificado, y perder lo poco que tenemos?
¿Por qué en determinados momentos nos indigestamos intencionadamente con raciones extras de negatividad, tan solo por pura glotonería trágica?
¡Y mientras buscamos respuestas a nuestras dudas, la vida sigue, así que benditas preguntas, ya que el día que no nos las hagamos, probablemente estaremos muertos, aunque sigamos respirando...! Fran Laviada