Todos los seres humanos sin distinción de credo o razas o clases sociales, pueden pedir a Dios lo que supuestamente necesitan, pero hay requisitos, antes de pedir, se debe hacer una reflexión si lo que vamos a pedir es realmente necesario, también debemos reflexionar si en una de esas, somos egoístas y altaneros, si lo somos, no recibiremos nada, tampoco debemos pedir con tibiezas o como si por las dudas, es decir, tirarnos un lance, así tampoco recibiremos nada, y si Dios se tarda, insistir una y otra vez, hay que ser perseverante, el que no persevera demuestra falta de carácter. y también, hay que pedir con fe, con la clara certeza que Dios todo lo puede.

Para saber que Dios todo lo puede, debemos leer la Biblia como un libro de Sabiduría, y lo es, porque por medio de lo que está escrito, podemos conocer a Dios y comprender su manera de hacer las cosas, en lo referente a nosotros los seres humanos.

La siguiente lectura es un ejemplo o parábola:

Marcos 7

24 Y partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiese, pero no logró pasar inadvertido,

25 sino que, en seguida, habiendo oído hablar de él una mujer, cuya hija estaba poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies.

Jesús dice en su Evangelio: nadie puede venir a mi si mi Padre no lo atrae, Jesús no quería se supiera de su presencia, pero fue Dios quien llevo a una mujer pagana a su presencia para que Jesús tuviera misericordia de ella.

26 Esta mujer era pagana, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio.

Rogar también significa perseverar, pedir una y otra vez sin desmayar, sin desanimarse

27 El le decía: "Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos."

Estas palabras de Jesús parecen no tener sentido, pero si la tiene, es para que sepamos que esta mujer a pesar de ser considerada como pagana, en realidad no lo era, porque sabía exactamente lo que Jesús estaba diciendo y ella sabía la respuesta.

28 Pero ella le respondió: "Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños."

La mujer respondió con exactitud, en tiempos de cosecha, cuando van cortando las espigas de trigos y otros cereales, las espigas que caen de las manos de los cosecheros, debe dejarlas para los pobres que vienen detrás para recogerlas, los cosecheros más bondadosos lo dejaban caer a propósito para ayudar a los indigentes de esas épocas. la mujer sabía que esas espigas, eran la migajas que caen de las manos de los hijos.

29 El, entonces, le dijo: "Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija."

30 Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido.

Leyendo estas enseñanzas del Evangelio, podemos conocer cada día un poco más a Dios y a Jesús.