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¿Alguna vez has leido o escuchado estas palabras (o conceptos)? ¿piensas se trata de la misma cosa? ¿que diferencias hay entre un ciudadano y un nacional? ¿tienen los mismos derechos y deberes? Sigue la lectura y te enteraras de sus diferencias y semejanzas
CIUDADANIA Y NACIONALIDAD NO SON LO MISMO
Aunque aproximados, los conceptos no son iguales o sinónimos. La ciudadanía, que otorga un Estado o país a una persona, normalmente la concede a los descendientes de los nacionales de ese país en el extranjero, aunque no hayan nacido ni vivido nunca en ese territorio.
Viene siendo una concesión legal, normalmente causada por el ius sanguinis o derecho consanguíneo o por descendencia. Dicho de otro modo, la causa de su otorgamiento son por razones jurídicas por cumplir una serie de requisitos que puede obedecer a una política específica de un Estado, como por ejemplo, reconocimiento del derecho de sangre a los descendientes de ese país, protección familiar por extensión, unidad familiar, facilitar el enrolamiento de más efectivos en el ejercito de un país (Estados Unidos, por ejemplo, usa mucho esta estrategia política de concesión a posteriori de la ciudadanía después de prestar servicio militar en áreas de conflicto), facilitar la entrada a nuevos trabajadores, empresarios o inversionistas que teniendo vínculos de sangre puedan adquirir la ciudadanía y así colaborar con el mejoramiento de la economía, o porque la población está envejeciendo y requieren de ciudadanos con doble ciudadanía para recuperarla demográficamente, más impuestos tributados, etc.
Los motivos de su otorgamiento pueden ser por causas varias, dependiendo del objetivo político del Estado.
No hay que confundir tampoco este concepto con el de residencia o con el de estadía. La ciudadanía otorga una serie de derechos, como lo seríanserían poder residir y trabajar en un territorio específico, entrar sin visado, no pagar fees internacionales al hacer estudios en un país determinado, ejercer el voto para cargos de libre elección popular, etc, y a la vez también trae una serie de responsabilidades, como ser llamado al servicio militar en caso de un conflicto bélico grave, prestar ayuda a la nación en caso de emergencia, el deber de ejercer el sufragio, etc.
Ciertamente, también se puede ser nacional y ciudadano simultáneamente, ya que un ciudadano al mudarse al país otorgante de ciudadanía, con el tiempo se “naturaliza” a ese país, a esa sociedad y puede considerarse un verdadero nacional.
La Nacionalidad por su parte es un concepto de tipo cultural, aunque según la legislación de cada país, hay veces en que puede significar la misma cosa que la ciudadanía. Por lo general, la nacionalidad obedece a un vínculo más espiritual, de identificación, de sentirse parte de un pueblo con unas costumbres específicas, lengua, religión, etc. También se considera a un nacional por derecho o ley, al que ha nacido en un territorio determinado (por el ius soli o derecho a suelo) o ha vivido allí durante mucho tiempo siendo parte integrante de esa sociedad, mientras quien ostenta la ciudadanía, como ya he dicho, no necesariamente ha nacido allí o reside en ese país. A esto se aúna el concepto de temporalidad. Mientras un nacional se siente vinculado a una nación o pueblo de por vida, un ciudadano, por razones jurídicas o económicas, puede cambiar a voluntad de ciudadanía.
Así por ejemplo, un ciudadano de la India puede mudarse a los Estados Unidos, y después de vivir allí un buen tiempo podría optar, si cumple los requisitos para ello, a la ciudadanía estadounidense dejando su ciudadanía anterior, pero puede seguir considerándose un nacional Indio (y no hindú como erróneamente se dice), ya que de seguro seguirá practicando alguna de las religiones de su país de origen, cocinando y degustando platos de la gastronomía India, celebrar fiestas nacionales indias, seguir hablando el idioma o dialecto de su región natal, y seguir vinculándose con la comunidad india o contrayendo matrimonio con una pareja de allí. Hasta incluso, ir a prestar el servicio militar en la India si así lo desea.
Países como España, Italia y Portugal, precisamente, conceden la ciudadanía a los descendientes de sus nacionales que emigraron hacia otras tierras. Otra diferencia notable entre ambos conceptos, es la subsidiariedad. La Nacionalidad parte originariamente del ius soli o derecho a suelo, es decir, eres nacional por el derecho de nacer en un territorio, en el espacio greográfico de un país. La ciudadanía puede derivarse de la nacionalidad y nunca al contrario.
Así quienes solicitan la ciudadanía la tramitan por el derecho consanguíneo de relación con un familiar ascendente que tiene o tuvo (si ya ha fallecido) el ius soli, o sea, de alguién nacido en un territorio (un nacional), para dársela a sus descendientes extranjeros (ciudadanos). Esto también califica por vinculo de iure o derecho, al conyugue, pareja o hijo adoptado, aunque no tengan vinculo sanguineo.
Espero haberte podido aclarar ambos conceptos. Hasta una próxima entrega.
Jorge Sindoni
Licenciado en Derecho UCAB (Caracas, Venezuela)