Los viajeros de las estrellas descendieron de la nave luego de programar sus relojes al tiempo humano, donde lo que para ellos sería como vivir mil años, en el planeta tierra sería una hora. Venir desde tan lejos para encontrar una ciudad vacía, las calles silenciosas los lugares cerrados. Todo el mundo había desaparecido o estarían escondidos.

Caminaron por las calles desiertas durante una hora y decidieron hacerlo por un tiempo más. La ciudad les parecía hermosa, con plazas arboladas, monumentos y arquitecturas ingeniosas que para ellos era una novedad.

-Teníamos información de que el planeta Tierra era un lugar alborotado donde las criaturas terrestres vivían de manera alocada, no respetaban las leyes naturales ni las impuestas por ellos mismos. Destructivos, jactanciosos, borrachos, fiesteros y un peligro para el sistema del Universo.

-Y e aquí vemos un planeta limpio, las noches silenciosas y, el aire transparente.

Siguieron recorriendo por varias horas más, hasta que comenzaron aparecer algunos humanos con la boca tapada, y el rostro entristecido. El sol despuntaba en ese lugar del mundo, la gente comenzaba sus tareas diarias con absoluto orden, respetándose los unos a los otros, sin atropellarse por ganar un cruce de calles, ni adelantarse a los semáforos.

Todos respetaban su lugar en las colas para ser atendidos en algún comercio. Los agentes de la seguridad ponían orden en las calles y todos la acataban silenciosamente.

Los extraterrestres no pudieron registrar ningún tipo de accidentes de tránsito, ni marcha de protesta, y mucho menos embotellamientos de tránsito.

Este no parecía el lugar a donde habían ido para hacer una nota periodística, donde todo era caos, desorden y alboroto, muertes, asaltos y locura.

Se miraron confundidos. Las plazas no registraban siquiera algunos niños jugando. El planeta era algo muy hermoso pero con muy pocas señales de vida. Los extraterrestres un tanto desilusionados por no encontrar un planeta con millones de noticias de crímenes y desastres, decidieron volver el tiempo a su programación habitual de la velocidad de la luz, dieron muchas vueltas a la tierra en un segundo y se fueron.

Desde un punto más allá de las estrellas, en un mundo desconocido para nosotros, se habla de un planeta solitario, cuyas calles están desiertas, edificios y locales cerrados, los mares limpios, los animales paseando por las plazas públicas y no existen niños.

También en ese lugar donde todo se mueve a la velocidad de la luz, publicaron en sus noticias que el planeta Tierra es muy bello; pero esta completamente detenido en el tiempo. También se anuncia que todos los viajes para visitar ese planeta están cancelados, por no encontrase en él ninguna cosa atractiva más allá de edificios y casas abandonadas. 

Carlos Polleé