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El Rey del Pop murió el 25 de junio. Mi humilde tributo consiste en recabar lo que quizás su alma pudo percibir
Hoy, dejó de importarme el color de mi piel.
Hoy, dejé de buscar la exquisita palidez del caucásico.
Hoy, acepté que lo mejor de mí iba en otros sentidos
Que lograba excitar a mi paso y a la distancia.
Hoy dejó de ser importante una nariz pequeña.
Fui negro y fui blanco, por dentro y por fuera.
¡La verdad!, esa es la que hoy me lleva,
la que nos lleva al final a todos por igual.
Fue por gusto todo lo demás.
Solo ahora sé lo que se es y lo que no se es.
Solo siento ese amor permisivo de mi público
Que nunca me castigó por no ser como Obama,
Ni por no ver como no vió él un obstáculo en su color.
Fui el Rey, el más grande,
Aún siendo pequeñito sentí la devoción
Siendo negro, siendo blanco
Seguí sintiendo la devoción
Entre acusaciones y juicios
Seguí sintiendo la pasión
De mi público agradecido
porque nada pesaba más
que mi voz y mi movimiento
Sí, era mi voz y mi movimiento
Hoy, les escuché a todos y todas diciendo, en mil bulliciosas lenguas terrestres y también en el silencio sepulcral Michael, descansa en paz
Símbolo de fuerza y renovación
De una feliz media centuria
Hoy, me sobreviven
Dos hijos y una hija arrestados
Quizás cumpliendo sentencia
por culpa de mi ADN original,
por llevarlo o por no llevarlo
No sé si liberarlos les hará bien o mal
Hoy, dejó de importar todo eso,
Hoy, no importa si me exigen o no reparo
por los daños que siendo conciente
o sin ser conciente causé
Hoy no importa si se aprovechan
Hoy no importa si me aproveché yo
Si buscan o no ganar dinero de mi debilidad
Hoy, soy libre para cantar y bailar
Como lo hice siempre
Como nadie hizo nunca
en cualquier y en ninguna dimensión.
Hoy, les escuché a todos y todas diciendo,
en mil bulliciosas lenguas terrestres
y también en el silencio sepulcral
Michael, descansa en paz.
25 de junio de 2009