Se trata de una raza de perros con un temperamento particular. Son mascotas muy sociables pero bastante silenciosas, ya que no ladran con demasiada frecuencia. Sin embargo, tal como ocurre con todas y cada una de las razas de perros, el comportamiento individual depende de varios factores. Lo cierto es que algunos labradores pueden tener características comunes en su carácter.

Estos perros suelen ser muy cariñosos y necesitan mucha atención. Puede ocurrir que un labrador que no recibe toda la atención que debería, manifieste comportamientos de ansiedad por separación. Para aquellas familias que tienen niños en el hogar el mejor consejos sería que los pequeños puedan compartir varios momentos con el perro y de este modo generar una relación de retroalimentación.

Los Labradores son voraces y comen grandes cantidades de alimento. Sin embargo, se debe evitar la sobrealimentación para cuidar mejor de su salud y peso normal. Esta raza de perros disfruta mucho de la masticación y debido a esto puede introducir cualquier objeto en su boca. Un buen adiestramiento y la observación de sus conductas puede ayudar mucho a mantener al perro alejado de elementos extraños.

Recordemos que el labrador es una de las razas elegidas para el adiestramiento como perros guía de personas discapacitadas o ancianos. Sin embargo, más allá de este dato, para la vida cotidiana y la compañía en cualquier familia y a todo tipo de personas, se recomienda la elección de esta raza tan fiel, divertida y cariñosa.