Las fuerzas de seguridad de Guatemala desplegaron este miércoles al menos 11 operativos en el norte y sur de la capital como parte de la investigación por una ola de ataques armados a policías que dejaron tres uniformados muertos, informó una fuente oficial.

Según las autoridades guatemaltecas, los ataques están vinculados a una represalia de la pandilla Barrio 18, luego de que el lunes pasado fuerzas especiales de la policía irrumpieron en un correccional para menores para rescatar a cuatro trabajadores secuestrados y acabar con un motín iniciado el domingo.

En total fueron capturados 20 pandilleros, cuatro de ellos este miércoles en el sureño municipio de Amatitlán y los otros 16 fueron detenidos entre lunes y martes, cuando se reportaron 10 ataques en diferentes zonas del central departamento de Guatemala.

Pablo Castillo, portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC), dijo a periodistas que entre los detenidos se encuentran tres pandilleros que fueron identificados en un video que circula en redes sociales y publicado por la prensa local sobre una supuesta reunión previa a los atentados.

"Tres de los individuos que salían en el video ya han sido capturados", indicó.

Las emboscadas contra la PNC, que también han causado lesiones a nueve agentes, se iniciaron pocas horas después de la intervención en el Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones, conocido como Etapa II, ubicado en el municipio de San José Pinula, 10 km al este de la capital.

La policía ha decomisado un lanzagranadas, siete fusiles de asalto, seis pistolas, tres vehículos, dos motocicleta y dos chalecos blindados.

Cuatro funcionarios del centro perecieron luego de que los pandilleros tomaran el control del correccional: dos al estallar el motín el domingo y dos poco después de que la policía incursionara por la fuerza el lunes para rescatar a cuatro rehenes.

Un informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses señaló el martes que los dos trabajadores rescatados tenían impactos de bala en el cráneo.

El correccional se encuentra a pocos metros del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, donde un incendio el 8 de marzo causó la muerte de 40 adolescentes y dejó a otras 18 con graves quemaduras.