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Desperdiciar una gota es un pecado mortal

12/02/2022 10:04 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

La sequía enciende la alerta en el campo andaluz.Preocupación por el futuro. Los agricultores temen por un sector que registra pérdidas de hasta el 30% en su producción ante la falta de agua

La sequía enciende la alerta en el campo andaluzPreocupación por el futuro. Los agricultores temen por un sector que registra pérdidas de hasta el 30% en su producción ante la falta de agua y sufren ya restricciones del 50%JOSÉ LUIS PIEDRADomingo, 7 noviembre 2021, 00:02

La reciente declaración del estado excepcional de sequía en la mayor parte de la cuenca del Guadalquivir ha encendido todas las alarmas en el campo andaluz, que afronta con una profunda preocupación un incierto futuro en el que está en juego uno de los motores de la economía andaluza como es la agroindustria.

El sector del cultivo de regadío, el más afectado por esta situación, abarca más de un millón de hectáreas en Andalucía y su peso en la economía andaluza es notable, ya que sostiene 188.000 empleos y factura más de 6.000 millones anuales, teniendo un protagonismo especial en la balanza comercial de la Comunidad al destinar la mayor parte de su producción a las exportaciones.

La declaración de la situación de sequía afecta al 80% de la cuenca del Guadalquivir, donde el nivel de agua embalsada en sus pantanos se encuentra a tan solo un 26% de su capacidad. La situación en el resto de cuencas intracomunitarias gestionadas por la Junta es un poco mejor y su nivel alcanza el 39%.

El cultivo de regadío sostiene 188.000 empleos, con una facturación de 6.000 millones al año

En la cuenca del Guadalquivir, la más amplia de la Comunidad, el ciclo histórico deja registros poco halagüeños, con un descenso en las precipitaciones del 17% en los últimos 25 años, con un 57% menos de aportaciones a los embalses y hasta el 20% menos de volumen medio.

La escasez de lluvias en Andalucía se remonta a la última década y en este periodo solo en 2017-2018 las precipitaciones se aproximaron a la media histórica. Y lo peor está por llegar, ya que las previsiones no son muy alentadoras y siguen vaticinando esta tendencia negativa pues se presagia que las posibilidades de tener un invierno lluvioso son solo del 33%. De momento, noviembre se vislumbra muy seco y eso no favorece a los cultivos que necesitan imperiosamente el agua ya para esta época del año.

La Confederación Hidrográficos aseguró que el consumo humano está garantizado, con 440.000 metros cúbicos de reserva para ello, ya que bajo su gestión se abastece a 554 municipios con 4, 3 millones de personas, la mitad de la población andaluza. Pero el peor impacto se lo llevará el cultivo de regadío, que en la cuenca del Guadalquivir se aproxima a las 900.000 hectáreas, casi el 85% de la producción total de la Comunidad, que verán mermadas sus aportaciones.

El presidente de la los regantes andaluces asociados en Feragua, Pedro Parias, manifestó a este diario la preocupación del sector que ya sufre restricciones de agua del 50% y mostró la incertidumbre que reina sobre la próxima campaña, especialmente para especies arboladas como el olivar, el almendro o los cítricos, donde incluso se podrían perder muchos árboles si no hay agua.

Mejorar la eficiencia el gran lema obligartorio

el gran lema obligatorioEl representante de los regantes andaluces reconoció la afección del cambio climático en el descenso progresivo de recursos hídricos y apeló a la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en el uso del agua, algo en lo que ya vienen trabajando desde hace tiempo, así como apostar por el frenar el crecimiento del cultivo de regadío ante la carestía de agua para su sostenimiento futuro.

Desde Asaja Andalucía también expresaron su preocupación por la situación de sequía que va a provocar una tormenta perfecta, a la que se suman otros problemas como la futura PAC o la subida de los suministros de la electricidad, que afectan a los equipos de regadío para la eficiencia en el uso del agua. Todo ello tendrá un impacto brutal en la producción y en el empleo, según Asaja.

Carrero Crespo aconseja impulsar obras de emergencia en colaboración con los regantes para mitigar esa situación»

El Gobierno andaluz ya se anticipó a esta situación aprobando el pasado junio un decreto de sequía para regular las medidas excepcionales para la gestión de los recursos hídricos en sus demarcaciones hidrográficas. La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, afirmó que «este decreto permitirá impulsar obras de emergencia en colaboración con los regantes para mitigar esa situación», destacando el acondicionamiento de los vasos de embalse de las presas y túneles del sistema de explotación Viñuela-Axarquía o la mejora de las depuradoras de Vélez-Málaga, Torrox y Rincón de la Victoria

WWF ha alertado del aumento de la frecuencia de sequías extremas en España similares a la de California (Estados Unidos) si continúa la actual tendencia de cambio climático. Así lo refleja el documento presentado por la organización ecologista «Un grado más, un río menos», sobre la relación entre el cambio climático y la escasez hídrica. 

El trabajo predice que en la penísula ibérica habrá un aumento de temperaturas para finales de siglo de hasta 4 grados centígrados en invierno y 6 grados centígrados en verano, que irán acompañados períodos de sequía más largos, frecuentes e impredecibles. 

WWF advierte que las consecuencias para los ríos y humedales, como Doñana o las Tablas de Daimiel, serán «devastadoras» si no se actúa para frenar la tendencia actual de cambio climático. Además sostiene que la sequía que sufre California, desde hace 4 años, es un ejemplo de lo que puede ocurrir en regiones secas como las de España. 

En este sentido, destaca que a lo largo del siglo XXI serán los más afectados.los ríos que actualmente llevan menos agua, y  sufren ya una «enorme presión» por la «extracción excesiva de agua» para satisfacer las demandas 

De esta manera, WWF observa que en cuencas como la del Guadalquivir, donde la agricultura de regadío consume el 90% de recursos disponibles, el cambio climático obligará a cambiar la gestión del agua; y acusa a las administraciones públicas de incrementar la superficie regada, pese al mal estado de los ríos –sólo un 41% están en buen estado, según datos recogidos por la organización de los presentados por España a la Comisión Europea– 

Acabar con la sobreexplotación

Para WWF, el único modo de acabar con la sobreexplotación, la contaminación, garantizar agua, y recuperar sus funciones naturales para el futuro. Eso significa reducir el impacto del cambio climático sobre los ecosistemas acuáticos, es mejorar su estado ecológico,  

No obstante, la organización recuerda que todavía se pueden evitar los «peores impactos», pero sólo si se actúa con urgencia para abandonar los combustibles fósiles y avanzar hacia un mundo 100% renovable. 

Con su campaña «Ni Un Grado Más», pretende movilizar a la sociedad de carade la ya lejana, pero no olvidada la Cumbre del Clima de París para reclamar medidas frente al cambio climático.

 

 

 

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