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Parafraseando al insigne poeta venezolano Andrés Eloy Blanco: Cuando se tiene un hijo, se tiene a todos los hijos del mundo
Son muchas las cosas que como padre he intentado enseñar, tema así reforzado desde que pude concretar uno de mis sueños, dedicarme a la docencia universitaria, donde llegué a comprender, luego de pasado mucho tiempo, que nadie enseña, sino que cada quien aprende a su propio ritmo y a partir de sus necesidades, expectativas y deseos, asunto corroborado así con mis hijos.
Ellos, mis hijos, como muchísimos chamos, y otros no tanto de esta Venezuela del siglo XXI, han decidido procurar otros rumbos, andar otros caminos y descubrir parte del mundo, esperanzados en lograr lo que lamentablemente, por ahora, no avizoran en su país.
Paradójicamente, ellos no tuvieron la oportunidad que muchos disfrutamos y que nos permitió recorrer parte de la geografía nacional pidiendo colas y acampando en playas y campos, y sin embargo, se disponen a cruzar fronteras, arribar a lugares hasta ahora desconocidos, a enfrentar la diversidad cultural que algunos pasearon por mera recreación o turismo.
Y es eso lo neurálgico, pues cuando abandonan el terruño y procuran radicarse en lugares distantes, a los padres, en una ocasión definidos como los padres huérfanos, debemos entender y asumir, como los hijos también, la dificultad de auxilio inmediato en caso de necesidad.
Alguno de nosotros, con más o menos argumentos, pretendimos desistieran de la idea de partir, pero cada tesis fue derrumbada hasta con demostraciones del porvenir incierto desde la misma cotidianidad, sobre la que debemos insistir -resistir- quienes aquí nos quedamos.
Pero como de lo que se trata es de cultivar, hoy, mañana y siempre, y a pesar de los kilómetros que nos puedan separar, de seguida me apresuro a dar unos consejos que espero sirvan a los míos como a otros, sea que estén distantes o muy cerca, a pesar que por lo menos los míos me puedan tachar de reiterativo y hasta fastidioso, pero que espero desde sus necesidades, expectativas y deseos, hayan aprendido o asimilen en lo inmediato.
Primero que nada, mantengan siempre presente que los amamos, que son nuestro orgullo, que no existe nada más importante que su bienestar y prosperidad espiritual y material, que siempre hemos estado orgullosos de ustedes, que estaremos dispuestos a celebrar sus logros y a cobijarles en los momentos difíciles, que nunca nos pesara nada de todo cuanto podamos hacer por ustedes, lo que le demostramos al verles partir, aunque con lágrimas en los ojos
Esperamos que su retorno sea pronto, y que esa vuelta sea triunfal, que traigan con ustedes un cumulo de sapiencia y experiencias con las que puedan ayudar a la reconstrucción del país. Ese día, será como el día de su nacimiento, día que mostraremos a todos, nuestra satisfacción y algarabía.
Mientras tanto, resulta preciso recordar que su verdadero capital está concentrado en su nombre y buena reputación, de manera que crecerá a razón de su esfuerzo y actuación, además de estar concentrados en los amigos, esos hermanos de la vida que ya tienen y los que puedan cultivar en esa travesía, siendo esencial estar atentos a cumplirles en todo cuanto se comprometan con ellos y a no defraudarles. Asuman las responsabilidades que puedan cumplir, debiendo aprender, en consecuencia, que existen momentos en que es más oportuno decir un NO Gracias. Pero por favor, en nada, por nada y por nadie se prostituyan, el auto-respeto es esencial para que los demás nos respeten. Recuerden: Se permite lo que se propicia.
Habrán de aprender, que en ocasiones no se trata de aquello que se dice, sino en cómo se dice, lo mismo que saber escuchar antes de responder y de ser necesario, preguntar cuando algo no nos está claro. Asimismo, espero repasen que cada uno es lo que es, más por lo que siente y hace, que por lo que tiene.
Para establecer las mejores relaciones, uno de los asuntos principales es la actitud, siendo ella lucida en la manera como se está dispuesto, a comportarse y obrar, lo que no solo se manifiesta con palabras, sino que incluye la postura del cuerpo, el estado de ánimo y hasta la expresión de la cara.
Disfruten cuanto hagan, aunque parezca difícil lo que en ocasiones debemos hacer, será menos pesado, menos molesto, cuando se descubre el gozo que ello encierra. En ocasiones conviene asumir riesgos, para lo cual conviene estimar sus beneficios y perjuicios. Confiamos en su buen juicio.
Tengan presente que no es suficiente con el querer hacer las cosas, sino que además se requiere la capacidad para hacerlo, así como el conocimiento, que cada uno piensa y actúa a razón de lo sabe, de lo que le resulta cierto, aunque ello no puede ser una limitante para aprender cosas nuevas y provechosas.
Paradójicamente, ellos no tuvieron la oportunidad que muchos disfrutamos y que nos permitió recorrer parte de la geografía nacional
Acostúmbrense a tomar decisiones de manera pausada, consideren las distintas consecuencias que pueda generarles. Recuerdo uno de los tantos consejos que me brindo mi amigo Abraham Grossman, a quien siempre recuerdo, sino no hay una mujer pariendo, un edificio incendiándose, o un ser humano infartado, tómense su tiempo para decidir. Recuerden que: Hacerse el bolsa, nunca ha sido la solución.
Como sea que se desenvolverán en otra sociedad, poseedora de su propia cultura, distinta a la nuestra, conviene estar atentos a sus costumbres y valores, al significado de las palabras, al trato amable y respetuoso, especialmente con los adultos y jefes. Además, deben tener presente que son otras las normas y leyes, que la autoridad la ejercen de manera diferente a la nuestra y que muy probable, no sean tan permisivos como somos nosotros, en muchos casos.
Espero en Dios, sean bien acogidos, correspondiendo a ustedes ser agradecidos por la hospitalidad y el auxilio que les brinden. Recuerden, como indica el adagio popular, en ocasiones las oportunidades se pintan calvas, para lo cual deben estar atentos, lo que no impone en momento alguno, arrollar o menoscabar a otros, sino por el contrario, auxiliarles cuando puedan a otro. Sean humildes.
Entiendo que la juventud en muchos casos les lleva a creer que todo lo saben y hasta en ocasiones respondan en forma altanera, procuren disminuir ese comportamiento lo más que puedan, aprovechen la oportunidad de aprender, pues quien cree que todo lo sabe, ya está muerto porque no tiene nada que aprender y ustedes son aún muy chamos.
Lamentablemente, no estaremos a su lado para despertarles, recoger su ropa, lavársela, como tampoco para cocinarles, recoger la mesa o lavar los platos, son cosas que les habrá de tocar a ustedes, para lo cual es necesario asuman el orden como parte de sus hábitos, lo mismo que el planificar su quehacer diario.
Concierta el ser puntuales, además de procurar hacer algo más de aquello que esperan de nosotros, incluyendo el realizar propuestas, de forma humilde y en el momento justo, para mejorar cualquier asunto. Aprovechen la oportunidad para conocer, más que los lugares a donde habrán de ir, su cultura y costumbres, además de lograr un nuevo y mejor aprendizaje. Si tienen la oportunidad de estudiar o hacer algún curso, aprovechen esa oportunidad.
No nos olviden, como tampoco dejen de lado a la familia y amigos que temporalmente quedan atrás, manténganse lo más comunicado que puedan, tomen fotos cuando ello sea posible, no omitan detalle a pesar que ello pueda en ocasiones causarnos tristeza. Si necesitan de algún consejo, no duden en pedirlo. Recuerden que varias cabezas piensan más y mejor que una
Hoy, aunque algo triste, unos más que otros, celebramos su partida con la fe y esperanza que les habrá de ir bien, que como aquí, nos harán sentir orgullosos, debiendo recordar, que ahora serán los portaestandartes de la Venezuela buena, bella, honesta, trabajadora y alegre que antes fuimos y que nos corresponde volver a ser, que toca a ustedes, demostrar al mundo nuestro gentilicio y de lo que estamos hechos los venezolanos.
Parafraseando al insigne poeta venezolano Andrés Eloy Blanco: Cuando se tiene a un hijo, se tiene a todos los hijos del mundo
Dios les Bendiga
PD 1 Mantengan este escrito secar de ustedes para colverlo a leer y releer y sientan que estamos cerca de ustedes, en su corazón
2 Conviene llevar todos los documentos de identidad, además de la cédula y el pasaporte, la partida de nacimiento, inscripción militar, registro de información fiscal, carnet de estudiante y cualquier otro de que dispongas.
No olvides, constancias de estudio, de notas, certificados de buena conducta y de cursos realizados, así como el currículo vitae u hoja de vida. Si ya los documentos están debidamente registrados, te conviene certificarlos y apostillarlos.
Igualmente resulta prudente, escanear los documentos de identidad y otros para subirlos a la nube, cosa que siempre los tengas a disposición en caso de necesidad.
Deja un poder amplio y suficiente, debidamente notariado, a favor de un familiar, cosa que pueda actuar en tu nombre y representación en cualquier situación, mientras te mantengas ausente.
Si mantienes algún tratamiento, no lo olvides, así como los exámenes médicos más recientes.