La moda invadirá hasta el próximo jueves la Ciudad Condal por la celebración de la 080 Barcelona Fashion. Y lejos de mostrar sólo qué llevarán los adultos, las tendencias para el otoño-invierno 2015 de los más pequeños se han subido a la pasarela. Las marcas Cóndor y Bóboli han vestido las Drassanes Reials de Barcelona, singular monumento industrial que acoge el Museo Marítimo desde el 1941, con sus propuestas de moda infantil.

La firma catalana Cóndor ha propuesto un tema que a menudo es la merienda preferida de los niños en invierno: "Chocolat". Ha triunfado con una colección elegante que combinaba tradición (por las formas de vestir) con modernidad (por la presencia de colores inusuales, pero sobre todo por los tejidos que eran principalmente de lana con colores y texturas mezcladas).

Cóndor ha combinado tonos marrones, grises, blancos y granates, que estamos más acostumbrados a asociar al invierno, con azules, amarillos, salmón y metalizados suaves que rompían con lo tradicional. Para niñas han predominado los vestidos.

Para ellos, los trajes de chaqueta desenfadados acompañados de chalecos y camisas. Aunque se trata de una vestimenta que asociamos a la seriedad, los estampados y la diversidad de los tejidos, lanas con mezclas de colores y algodón, hacían que se vieran perfectos para los más jóvenes.

Bóboli ha optado por temas con muchas diferencias entre niños y niñas inspirados en la ciudad de Nueva York. Ellos con muchos colores y prendas informales para un look muy street. Y ellas, en cambio, sólo con la sobriedad propia de blancos y negros que daban como resultado looks un tanto apagados.

En el desfile de Bóboli, sólo se ha mostrado uno de los 5 temas que tienen preparados para este otoño-invierno: "Make a Wish". En la ropa de los chicos se combinaban cantidad de colores en camisetas, sudaderas y parcas inspiradas en la tradición grafitera del Bronx más profundo.

En la ropa de las niñas los colores desaparecían para dejar paso a la combinación de blanco y negro con algunos detalles brillantes. Predominaban las faldas, y aunque el estilo sobrio pretendía emular la sofisticación de Times Square, me ha parecido que son colores que animan poco.

A la salida del desfile, entre los barcos del museo, se disponen entre las magníficas columnas de la galería un buen número de pop-up stores. El conjunto de ellas forman el Fashion Market, un espacio que agrupa varias marcas, muchas creadas hace poco y la mayoría de ellas no cuentan con sede física, sino que se dedican a vender a través de sus páginas web.

Aunque la mayoría son prendas o complementos para adultos, siempre hay marcas que se acuerdan del sector infantil. Parselona es una de ellas. Piensa concretamente en los pies de los más pequeños creando zapatos hechos con materiales naturales como piel de grandes peces provenientes del norte o el corcho. Su lanzamiento es tan reciente que la página web tardará todavía unos días en ponerse en marcha.

GSBears ofrece osos hechos a mano confeccionados con telas y elementos de gran calidad. La gracia que tienen, además de la forma de su cuerpo que invita a abrazarlos, es que cada pieza es única y pueden personalizarse.

Por último, está presente la marca Nuevemí, que se dedica a la bisutería textil. Estas pajaritas son, en realidad, para adultos. Pero si se le pone un poco de imaginación, la característica de los niños por excelencia, pueden ser para ellos elegantes y divertidos collares. Son de tela y van atadas con una cadena muy fina.

Crónica y fotos de Natalia Santolaria para Blogmodabebé