La muerte de un ser querido puede llegar a afectarnos de una manera que nunca podríamos sospechar. Es el caso de Le Van, un hombre que vive en una pequeña aldea de la provincia de Quang Nam, en el centro de Vietnam.

Tras perder a su mujer, en el año 2003, también perdió la razón y no dudó en acudir al cementerio para abrir la tumba de su esposa. Después, la trasladó a su casa y moldeó con arcilla sus restos para darle la figura de una mujer, la vistió y la llevó a su cama.

Después, debido a la lluvia, el viento y el frío, decidió cavar un túnel para "dormir con ella" en el interior de la tumba

Desesperado

Llevar el cadáver a su cama no era el primer intento del marido por no separarse de su fallecida esposa. Antes, había dormido sobre la tumba de su mujer tras su muerte durante meses.

Después, debido a la lluvia, el viento y el frío, decidió cavar un túnel para "dormir con ella" en el interior de la tumba, extremo que no soportaron sus siete hijos, que impidieron por todos los medios que éste visitara la tumba. Pero sus intentos no sirvieron para nada.

Desenterró los restos

Le Van, aprovechó una tarde de noviembre del pasado 2004, para desenterrar los restos de su esposa y llevárselos a su casa, donde ha permanecido los últimos cinco años.

El hombre, protagonista de esta verdadera historia de amor, se define como "una persona que hace las cosas de manera diferente” y que por tanto, no es “como las personas normales".

Antes, había dormido sobre la tumba de su mujer tras su muerte durante meses