¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Internacionales escriba una noticia?
El canciller de Colombia, Jaime Bermudez, afirmó que su gobierno descarta entregar a país alguno los discos duros de los ordenadores del extinto líder de las FARC, Raúl Reyes, recogidos durante el bombardeo de Angostura. "Seguramente ningún país los va a tener. Eso es una prueba que está en los expedientes de la Fiscalía colombiana", dijo Bermudez al diario El Comercio, al referirse a una de las demandas de Ecuador dentro del proceso que busca normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países. Sin embargo, precisó que "la información sobre los computadores, en la que aparecen menciones a países concretos ha sido entregada a cada uno de esos países". "Lo hemos hecho con muchos países del mundo y también lo hicimos con Ecuador", aseguró el canciller colombiano. El pedido ecuatoriano de información de los discos duros de las computadoras de Reyes y del bombardeo, y la exigencia de Bogotá de garantías de que no serán procesados los jefes responsables de la operación están entre los temas "sensibles" puestos en la mesa negociaciones. "No reconocemos jurisdicción extraterritorial de juez alguno contra funcionarios de Colombia por un acto de Estado", reiteró Bermudez, al respecto. Recientemente, el juez ecuatoriano que tramita una causa por el bombardeo dictó sobreseimiento provisional para el ex ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, y otros jefes militares y policiales que dirigieron la operación. Al referirse a esa decisión judicial, Bermudez afirmó que "si bien ese es un avance importante, para nosotros es fundamental tener seguridad de que no va a existir una reactivación de este caso o un nuevo en esta misma materia". Los gobiernos de ambos países buscan una fecha para reunir a una comisión de "asuntos sensibles", con la mediación de la Organización de Estados Americanos y el Centro Carter, con la perspectiva de evacuar esos temas para avanzar al restablecimiento pleno de sus relaciones diplomáticas. En noviembre pasado, Quito y Bogotá designaron encargados de negocios, a la vuelta de 18 meses de que el gobierno ecuatoriano rompiera relaciones diplomáticas en rechazo a la incursión en su territorio, sin autorización para bombardear un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).