La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) expresó hoy su preocupación por denuncias sobre un gran número de detenciones y uso excesivo de la fuerza contra manifestantes en Irán. El portavoz de ACNUDH, Rupert Colville, dijo que de momento no se tiene la cifra exacta "pero se estima que pueden ser cientos los afectados, entre ellos defensores de los derechos humanos, miembros de partidos políticos y periodistas". Colville subrayó durante una rueda de prensa celebrada en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra que la titular de ACNUDH, Navi Pillay, considera que "la base legal de los arrestos que han tenido lugar, especialmente de los defensores de derechos humanos y activistas políticos, no es clara". Pillay deploró que los detenidos no han tenido acceso a abogados ni a sus familiares, y que "hay muchos otros de los que no se tiene ninguna noticia". Asimismo, dijo estar "particularmente preocupada por actos de violencia perpetrados por las milicias Basij, lo que pudiera estar en contraposición con la ley internacional iraní", señaló Colville. Asimismo Pillay instó a las autoridades oficiales y semioficiales a que se apeguen al mandato de la ley. "Es responsabilidad del gobierno asegurar que las fuerzas militares no caigan en actos de violencia ilegal. Si se percibe que están actuando fuera de la ley, pueden provocar el deterioro severo de la seguridad, lo que desembocaría en una gran tragedia", advirtió. Colville señaló que, de acuerdo con el Convenio Internacional de Derechos Civiles y Políticos, todo ser humano tiene derecho a la libertad de expresión, que todos tienen derecho a manifestarse de manera pacífica y que nadie debe ser detenido de manera arbitraria.