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El marxismo clásico heredó en Europa a dos experimentos políticos, el marxismo-leninismo soviético y la social-democracia. Veamos el primero de ambos
Todos los sistemas de ejercicio del poder político-estatal, incluido el marxismo-leninismo, afirman gobernar democráticamente, y lo que es más desilusionante, a nombre y en representación de los más explotados y desposeídos, de la clase obrera de antaño o de la clase salarial de la actualidad, pero sin extraerlos de la verdadera esclavitud de los sistemas gubernamentales en los que han estado y siguen estando inmersos.
Los ideólogos, con su particular aporte creativo para solucionar efectivamente el problema socio-político de un Estado ideal, han estructurado sistemas doctrinales como paso preliminar de concretización, requiriendo esta estructura teórica, su posterior complementación práctica ( praxis ), la cual, ha sido generalmente ejercida por políticos que no han hecho más que agravarlo, con gestiones sistemáticas gubernamentales egocentristas, autócratas y dictatoriales , ineficaces en ofrecerles a sus respectivos pueblos latinoamericanos incultos y subdesarrollados, ambientes nacionales de paz y tranquilidad, que son apropiados catalizadores sociales del desarrollo nacional.
En toda secuencia socio-creacional, lo espiritual más bien debe preceder y abonar la semilla del progreso socio-humano, pero la concepción filosófico-marxista, esencialmente materialista, al considerar a la materia como realidad eterna y predecesora de la realidad espiritual , se coloca contraposicionalmente a la doctrina cristiana , la cual sostiene que lo espiritual (lo invisible a los ojos humanos) es primero, y lo material (lo denso y visible) es secundario, cronológicamente y bíblicamente expresado, “… de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía ” (Hebreos 10:3). De la anterior afirmación bíblica, inferimos, que todo tiene deviene de lo espiritual, es decir del Dios Todopoderoso --“ Dios es Espíritu ”-- (Juan 4:24), y no a la inversa, como constatamos en la doctrina marxista clásica.
Siendo el fundamento filosófico del marxismo clásico, totalmente contrario a la doctrina cristiana, asignándole a la materia cualidades que solo son propias y exclusivas de Dios, al considerar a la materia como realidad originaria y eterna , cuando Dios es realmente El Eterno y La Persona de la cual proceden todas las cosas, único Planificador y Creador Universal; fundamento marxista divorciado de la tradición democrática de los pueblos hispanoamericanos y caribeños, ineficaz en estructurar la verdadera y real democracia, tendiente a provocar en estos pueblos, el rechazo decidido y contundente, que a paso lento en algunos o a paso más vigoroso en otros, se va incrementando y resultando finalmente y al debido tiempo, en agitación social derribadora de sistemas instauradores de infelicidad humana. Esto no debiera de continuar indefinidamente, la humanidad entera a semejanza de todo ser humano, deberá subir los peldaños de la maduración a través de la experimentación, aprendiendo aun de los errores cometidos y afianzándose de los aciertos, hasta situarse en la adultez, permitiéndole esta, un accionar oportuno y adecuado a las circunstancias. Se podría sostener que desde una óptica cristiana, Dios, los cielos y lo espiritual son la tesis, y el hombre, la Tierra y lo material son la antítesis.
De la unión del Método Dialéctico y del Materialismo en el marxismo clásico, devino el Materialismo Dialéctico, cuya concreción socio-humana fue el Materialismo Histórico que según interpreta Eduardo Jorge Arnoletto, “ es una explicación de la evolución social humana basada en la primicia de los factores materiales. Los fenómenos intelectuales y espirituales tienen su origen en procesos materiales; más específicamente en las condiciones materiales de vida”.
La concepción filosófico-marxista, esencialmente materialista, al considerar a la materia como realidad eterna y predecesora de la realidad espiritual
Realmente el COMUNISMO, no logró realizarse con el marxismo-leninismo soviético en la extinta URSS, ni en los países del extinto "Bloque Comunista", (Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Albania, Alemania del Este y Rumanía). Experimento este, impuesto por Rusia a estos países de la Europa oriental por las "pistolas" del genocida Stalin, a quien, estudiosos de la historia, le atribuyen millones de muertos durante la instauración de este sistema político-gubernamental puesto en práctica por él.
Un experimento o praxis política tutelada teórica o doctrinalmente por Lenin, y que se conoció mundialmente como, "Socialismo Real". Un Sistema Político que teóricamente contaría de dos fases en una transitoria y breve "dictadura proletaria" (como si toda dictadura de izquierda, le hace menos dictatorial): (a) La fase Colectivista, donde aún se conservarían algunos rasgos capitalistas como: una distribución de ingresos en base al trabajo de cada quien, y, la subsistencia del Estado. (b) La fase propiamente Comunista, donde supuestamente, además de ser transformadora total de la sociedad, se lograría la transformación de la naturaleza humana, implicando: la pérdida ciudadana de una visión meramente acumulativa de la propiedad; pérdida de las motivaciones egoístas y, la apropiación de un nuevo sentido del deber social del trabajo, como si el liderazgo partidario-comunista de vanguardia fuese Dios para efectuar transformaciones tan profundas como las planteadas por ellos.
Realmente el marxismo clásico fue "fuente de un mito revolucionario impracticable" (E.J. Arnoletto) y la implementación de un colectivismo antidemocrático e inhumano, con una ortodoxia ideológica tan estricta que, frente a ella, nadie permanecía libre de persecución; un sistema político que no permitía el desviacionismo ni la disensión, donde tampoco existían partidos políticos opositores, pues, los únicos que tenían derechos políticos eran los integrantes de la cúpula partidaria del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Un sistema donde no se permitían sindicatos independientes o autónomos, ni se ejercían libertad científica y artística; con graves impedimentos de las libertades individuales.
Este sistema político derivado doctrinalmente de Lenin y realizado a través de Stalin, no fue más que la praxis política de un verdadero imperialismo marxista de injerencia casi mundial; un sistema que aunque teóricamente debió ser estructurado para eliminar a las clases sociales, más bien, conformó una nueva clase, una emergente oligarquía de izquierda, totalmente disfuncional que tuvo un destino fatal a causa de la "absolutización del valor igualdad" y al "carácter excluyente" de esta ideología. FUE UN QUÍTATE TÚ, PARA PONERME YO .