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Los rebeldes Tigres de Liberación Tamil Eelam (TLTE) decidieron hoy "silenciar sus armas" en su lucha contra el ejército de Sri Lanka ante la sangre derramada de inocentes en los combates en el noreste del país insular. "Esta batalla ha llegado a su amargo final. Sólo lamentamos la pérdida de vidas y que no pudimos sostenernos por más tiempo", dijo el jefe de relaciones internacionales de los TLTE, Selvarajah Pathmanathan, en un comunicado divulgado por su sitio web TamilNet. "Nos quedamos con una sola opción: retirar la última excusa de nuestro enemigo para matar a nuestra gente. Hemos decidido con coraje silenciar nuestras armas", agregó. Los rebeldes tamiles, que luchan desde 1983 por un Estado independiente en el norte y este de Sri Lanka, reiteraron su llamado a la comunidad internacional para que ayude a "salvar al pueblo tamil". Pathmanathan también denunció que tres mil civiles tamiles han muerto y otros 25 mil han resultado heridos en las últimas 24 horas, sin que reciban hasta ahora "atención médica". "Es nuestro pueblo el que está muriendo a causa de las bombas, los ataques, las enfermedades y el hambre. No podemos permitir que sufran más daños", señaló. "No aguantamos más ver cómo se derrama la sangre de nuestro pueblo. Tenemos que hacer todo lo que podamos para detener esta carnicería. Si ello significa silenciar nuestras armas y entrar en un proceso de paz, eso es algo a lo que ya hemos accedido", dijo Pathmanathan. Los TLTE ofrecieron abandonar las armas para proteger a los heridos en la zona de guerra ante su derrota casi inminente, mientras que los últimos civiles atrapados en los enfrentamientos del norte de Sri Lanka huyeron este domingo de la zona de guerra. El anuncio de los TLTE se produjo poco después que el presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, regresó a Colombo, procedente de Jordania, y fue recibido por una muchedumbre que celebraba la inminente derrota de los rebeldes tamiles. Este domingo, el Ministerio cingalés de Defensa, aseguró haber rescatado en los últimos tres días a los 50 mil civiles que los TLTE tenía como "rehenes" en el noreste del país. Sin embargo, el Ministerio desconoce si el líder de la guerrilla tamil, Velupillai Prabhakaran, y sus comandantes permanecen en el país o han escapado hacia el extranjero, aunque cree que es posible que sigan en la zona de conflicto y planeen un suicidio colectivo. El presidente ceilanés dio por finalizados los combates y proclamó la derrota de los rebeldes tamiles, 24 horas después de anunciarse "la fase final" de la ofensiva gubernamental. Al menos siete mil civiles murieron, 16 mil 700 resultaron heridos y casi 250 mil se vieron forzados a huir entre el 20 de enero y el 7 de mayo pasados, según cifras de Naciones Unidas.