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La reciente reunión anual de Davos, tuvo como invitado al rey de España, lo que ha provocado una suerte de sorpresa y desconcierto generalizado, ya que la corona española ni tiene ni debe tener funciones políticas, pero más curioso ha resultado el silencio cómplice de los socialdemócratas
Una vez más los socialdemócratas han sido cómplices del abuso de poder del gobierno inmoral e ilegítimo al que han encumbrado contraviniendo los deseos de su electorado…el electorado socialdemócrata.
Y esos socialdemócratas no son otros que los votantes del PSOE y buena parte de los votantes de PODEMOS recientemente fugados a las filas del descontento.
La única increpación sonora y conocida, pública y en sede parlamentaria, ha corrido a cargo de Joan Tardá, diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, que entre otras pregunta porque se envía al rey y no a un representante del gobierno?
Una vez más son los catalanes los que han de ejercer de oposición al Gobierno Central, cuestionando la monarquía, mientras los pretendidos republicanos de la izquierda española hacen mutis por el foro.
Y la cuestión no es menor ni de importancia secundaria, ya que es una reiteración peligrosa por parte de un gobierno seriamente cuestionado por su escandalosa implicación en la corrupción generalizada de la clase política española, esa que algunos dan en llamar casta.
El Foro de Davos está bajo sospecha, al tratarse de una reunión elitista con vocación de lobby internacional, alejado de los intereses reales de los ciudadanos y siempre vinculado con iniciativas sospechosas vinculadas a las grandes multinacionales.
No hay que olvidar que los orígenes del Foro de Davos, están asociados al empeño por mejorar la eficiencia de las empresas europeas y su asociación con la competitividad de las empresas norteamericanas.
La presencia del monarca español en Davos resulta impresentable
También es cierto que en algunos momentos de su historia ha servido para reducir ciertas asperezas entre países en conflicto, pero siempre con el fin de garantizar la continuidad del negocio para las empresas occidentales y sin aportar nada nuevo a la humanidad.
Davos es un escaparate para lucimiento de personalidades en las revistas de papel cuché, gentes alejadas del mundo real que acuden invitadas a satisfacer su vanidad.
Así no es de extrañar que la alusión a Cataluña en el Foro de Davos, vaya dirigida a tranquilizar a los empresarios, enviando el mensaje de en Cataluña está todo atado y bien atado desde la muerte del dictador Francisco Franco cuya continuidad representa la corona española, aplaudida por la selecta clientela del Club de los Alpes.
La gran pregunta es: ¿Qué pinta el Rey Felipe VI en un foro como el de Davos, al que se acude, bien en representación de grandes empresas, bien en representación de un gobierno?
¿Cómo se atreve el gobierno de Mariano Rajoy a usar una vez más la figura de la corona en un foro en el que no tiene cabida la presencia de una monarquía que en teoría no gobierna?
La explicación es bien sencilla, si nos atenemos a los hechos: El gobierno de Mariano Rajoy hace un uso grosero e instrumental de los poderes del Estado y de todas sus instituciones en beneficio propio, evitando el desgaste que supone la toma de decisiones y la acción del gobierno.
El pueblo español debe ir tomando conciencia de lo inútil y costosa que le resulta una monarquía que lejos de servir para unir a los pueblos de España los distancia cada día más entre ellos y de la realidad.
Davos…da gastos
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro