¿Realmente estás cubriendo el rol de dueño? O más bien, ¿eres un empleado de tu negocio? Si tu empresa se encuentra estancada, estos podrían ser síntomas:

• Las ventas no crecen con consistencia, a pesar de varios años de existir.
• Nunca puedes disfrutar de tus utilidades (aunque a veces sí reportes utilidades al fisco).
• No ves un futuro claro para el negocio porque el mercado ha cambiado.
• Tus productos o servicios no son lo competitivos que solían ser.
• Sientes que no sucede nada si no lo haces tú.

Incluso parece que todo tu equipo es tu jefe porque al final todos se recargan para las actividades importantes en ti y si tú no las haces no avanzan. No tienes un sucesor planeado ni en preparación, de modo que el día que no desees o no puedas ir a trabajar desaparecerá tu empresa.

Todos estos síntomas pueden significar que no eres dueño de negocio, más bien empleado de tu propia empresa, o lo que es lo mismo, tienes un trabajo del 80 al 95% de tu tiempo y por supuesto eso hace que solo cumplas con tu rol de dueño de negocio menos del 20%, o no lo cumplas en absoluto.

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El problema de tener un trabajo o autoempleo es que no cubres con las verdaderas labores del dueño de negocio, por ejemplo:

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