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Hace 65 años los radares de la resistencia perdieronel rasto de uno de sus aviones Lightring, p38 en el mediterráneo y la leyenda de su piloto Antoine Saint Exupéry
Antoine Saint Exupéry, comenzó a mezclarse en el imaginario colectivo con las páginas del más memorable de sus libros El Principito. Para recordar aquel momento Marsella salpicará mañana su cielos de aviones e inaugurará títulada Saint Exupéry, invitación al viaje, que será el primero de una serie de homenajes que se prolongará hasta el 2013 para rendir culto al autor del libro más difundido del mundo después de la biblia y el corán.
Francia recordará así a un hombre cuya desaparición se convirtió en una fantasía tan literaría como las aventuras del El Principito, aquel niño que abandonó su minúsculo planeta en el que se desholinaba volcanes y cuidaba de su rosa y que se encontró en el desierto de sahara con un misterioso aviador que había caído del cielo.
Saint Exupery, 1900-1944, se desvaneció en un tiempo en el que Europa estaba ocupada por los nazis y en el que los aviadores se cubrian la cara con aparatosas máscaras de cuero dejando tras de sí un legado literario en el que se encuentra títulos como El Aviador, Tierra de Hombres ó Piloto de Guerras.
Aunque las investigaciones no han conseguido esclarecerse absolutamente su desaparición, que tiene el regusto fatuo de la fotografías amaarillenta de mediados delsiglo pasado, actualmente parece razonable asumir que perdió la vida cuando su avión cayó al mar en 1944.
Los años han ido rociando el anecdotario de datos. En 1998 un pescador halló entre sus redes una pulsera que perteneció al escritor y seis años más tarde fueron encontrado restos del avión frente de las costas de Marsella, pero el testimonio mortifero llegó el año pasado cuando un octagenario alemán reconoció haber derribado el avión de Saint Exupéry. Pueden dejar de buscar fui yo quien abatió a Saint Exupéry dijo Horst de 88 años cuando fue localizado por dos investigadores franceses expertos en encontrar aviones perdidos durante la guerra.
Sn embargo, la falta de un cadaver que examinar el cautivador hechizo de su leyenda previve e inunda todo lo que rodea a su universo del autor, de una diminuta joya de la literatura universal. Quizás porque sólo con el corazón se puede ver bien lo esencial es invisible para los ojos como le decía el zorro al El Principito, los ojos de la historia no captan que lo esencial de Saint Exupéry, sus textos y dibujos no se perdieron en ningún mar durante ninguna guerra mundial.
Sus manuscritos se venden más caros en la subastas de artes, por el último se pagó casi medio millón de dólares y las televisiones desenvolzan más dinero para convertir en sus dibujos animados su celebre libro, como la cadena pública france 3 que lo colocará en la pantalla en 2009 o el 2010, en 52 episodios de 26 minutos cada uno, los adultos aceptan los hechos probados pero los pequeños pueden permitirse no hacerlo y quizás en el universo de los niños para quienes escribió Saint Exupéry El Principito, el literato siga perdido el algún desierto pintado de colores en caja con ajugueros, puede que exista una explicación para todo pero como decía El Principito las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y si es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.