Feliz Cumpleaños, Jean

Porque pronto cumples años, y esa fecha siempre es especial, no solo para uno mismo, sino para las personas que nos aman, y ¿Quién me ama o quiere a mi? Pues, tus padres, que te dieron la vida, tus familiares allegados, ya sea por sangre o por afinidad, lo que se llama la familia espiritual, entre esa familia me encuentro yo, que no solo te tuve sino que te tengo gran cariño, y desde ayer, que tu mamá me comentó que pronto cumplías años, no te has salido de mi cabeza y por eso, decidí escribir una crónica más, la tercera desde tu partida.

El día del cumpleaños, es un día para sentirnos bien, alegres por estar vivos, con salud y con lo que necesitamos… pero entre esas necesidades, se encuentran las psicológicas, las afectivas, las emocionales, es muy importante ese día dar gracias a Dios y a nuestros padres, y recordar, ya como adultos, como nos sentíamos en cada una de las décadas que hemos vivido. Por ejemplo: en la primera década siempre estábamos contentos y hasta felices con lo que poseíamos, aunque fuera poco, puede que no hayamos tenido la suerte de que nuestros papás nos hayan llevado a Disneyworld, pero estábamos dichosos de recibir el regalito que queríamos y no nos pasaba ese deseo de viaje por nuestra mente.

En la segunda década, al pasar de niño a joven, nos llenamos de sueños y propósitos, que la mayoría de las veces se cumplen: estudiamos, nos graduamos y nos enamoramos… Ya en la tercera década, cambia la vida para los que nos casamos, trabajamos y formamos una familia. Los que no han tenido esa suerte, que a veces no lo es, tienen otras cosas: sus estudios, sus proyectos, sus amigos, la búsqueda de lo que quieren hacer en esta vida; pero, sobre todo, tienen a sus padres, que es lo mejor de la vida, como dice un gran escritor, Ricardo Bulmez en su libro: “Un Paseo por la Vida”, un libro que me gustaría que leyeras. Lo escribió un sacerdote venezolano. Te voy a escribir algunos párrafos para que te rías un rato…

“Una vez, me encontré con un joven que me dijo entusiasmado:

-Me metí a musulmán.

-¿Te metiste a musulmán? ¿De dónde eres tú?

-De Cumarebo, me respondió

- ¿Tú estás loco? ¿Por qué inventas? Ahora te toca aprender toda una cultura oriental desconocida, y aunque la estudies, nunca la conocerás a raíz. ¿Te imaginas a ti mismo frente a un muro? ¿Por qué mejor no vives la señal de la Cruz? En el nombre del… ------------------------------------ Y con esto no quiero decir que no aprendas de otras religiones, hazlo para enriquecerte. Es como hacer turismo, aprende de otros países, pero sin dejar el tuyo, aunque vivas en ellos. Vive lo que conoces y amas. No inventes.

- De todos modos me cambiaré a musulmán.

- Mejor, ráscate la nariz con el pie izquierdo... Te será más fácil”. Ricardo Bulmez. “La Vida es un Paseo”. Pág. 102

Otro párrafo humorístico:

“Una vez, me encontré una muchacha muy angustiada.

¿Qué te pasó? –le pregunté-

-          Es que tengo la nariz muy fea.

-          En silencio, me quedé mirando su nariz y le dije: -Yo no creo que tengas fea tu nariz… la tienes muy ancha, pero no fea. Es bonita… ¿Qué prefieres, esa nariz que tienes o un hueco en medio de la cara? Ricardo Bulmez. “La Vida es un Paseo”. Pág. 103

Bien, te escribí esos párrafos de ese escritor porque sé que tienes buen humos; pero también tienes un buen corazón y sean cuales sean las razones de no querer volver a la urbanización, donde vivías hace tres años y medio, debes recordar que los padres son unos solos, que ellos estarían felices de que les llamaras, aunque esporádicamente, hemos sabido que estás bien donde te encuentras, y yo te deseo mucha felicidad, lo mejor de la vida en tu cuarta década y en las que sigan. Que Dios te de Vida, Salud y Alegría.