El sub-comisario, Luis Abelardo Patti, detenido en el Penal de Marcos Paz, a la espera de una definición de la justicia, sobre la acusación que pesa sobre él, lanzó su candidatura política. Cuando se presentó, como candidato a intendente del partido de Escobar, fué elegido por los ciudadanos, de ese partido para que gobernara el distrito. Resulta incomprensible la conducta de algunos congéneres, para con aquellos represores, secuestradores, que hicieron de la tortura y la justicia por mano propia, una bandera para justificar lo injustificable: la falta de respeto por los derechos de los demás. (Como el gral. Bussi, en Tucumán). Pero, ahora el represor Patti, está en una cárcel. Y sus seguidores, lanzaron su candidatura, en un teatro de la capital. Si pese a haber logrado el número de votos necesarios en 2007, no pudo ocupar su banca, por falta de idoneidad moral, ¿ahora la tiene para ser candidato?. ¿Qué cambió?. ¿Sus seguidores, no creen en la justicia que lo procesó por: torturas, asesinatos, allanamientos ilegales y privación ilegal de la libertad. Pues, parece que no. Y me pregunto, también: ¿cual es el límite moral que debe imponérsele a un representante de la ciudadanía? Para una persona común, resulta muy difícil comprender este costado de la política. Creo que situaciones como esta, lamentablemente, denigran a una ciencia tan bella, como lo es la política.

Luis Patti. Sus seguidores lanzaron su candidatura