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El martes 16 de enero ha sido el día internacional de la croqueta y por eso me propuse preparar unas croquetas algo diferentes de las que solemos prepara en nuestras casas: carne, jamón bacalao, etc... y ponerlas en el blog. Con estos dos ingredientes principales, la berenjena y el queso, si os gustan las croquetas estas os van a encantar. Quedan muy cremosas por dentro.
Por primera vez he utilizado dos tipos de pan rallado, el normal que utilizo siempre, y otro más grueso para que quedaran con una costra más gruesa. Me ha gustado el resultado final de la fritura con el pan rallado grueso, quedan muy crujientes.
*Han salido 26 croquetas. Podemos hacer más cantidad y congelarlas sin freírlas.
Añadimos las berenjenas peladas y troceadas y programamos 10 minutos, 100º, velocidad cuchara.
Añadimos la harina alrededor de las cuchillas y programamos 3 minutos 120º, velocidad 2.
Incorporamos la leche, la pimienta, la nuez moscada y la sal y mezclamos 10 segundos, velocidad 6. Programamos 15 minutos, 100º, velocidad 5. Cuando falten dos minutos para terminar, añadimos el queso rallado. Dejamos reposar 5 minutos dentro del vaso.
Vertemos en un recipiente, ponemos por la parte de arriba papel film untado con aceite para que no quede costra y dejamos enfriar y lo metemos en la nevera. Lo mejor es dejarlo de un día para otro antes de formar las croquetas.
Sacamos de la nevera y vamos dando forma a las croquetas con dos cucharas y pasándolas por el pan rallado normal. Cuando hayamos dado forma a todas con el pan rallado, las pasamos, de una en una, primero por el huevo batido y después por el pan rallado grueso .
Ponemos en una sartén pequeña y honda bastante aceite, para que casi las cubra, y cuando esté bien caliente las vamos friendo de dos en dos, dándolas vuelta enseguida para que no se nos abran. Las vamos sacando y poniendo en una fuente con papel de cocina para que suelten aceite. Servimos.
Tradicional Ponemos el aceite, la cebolla y el ajo troceados en una cazuela. Sofreímos unos cinco minutos.
Añadimos las berenjenas peladas y cortadas en cuadritos pequeños y dejamos cocer todo junto diez minutos. Sacamos de la cazuela y trituramos con la batidora, pero con una marcha intermedia.
Volvemos a poner en la cazuela y añadimos la harina removiendo bien para que se mezcle todo. Incorporamos la leche, la pimienta, la nuez moscada y la sal y removemos hasta que veamos que va espesando y empieza a hervir. Dejamos cocer 15 minutos, a fuego medio-lento, removiendo de vez en cuando para que no se pegue la masa. Dos minutos antes de terminar añadimos el queso rallado y mezclamos bien.
Vertemos en un recipiente, ponemos por la parte de arriba papel film untado con aceite para que no quede costra y dejamos enfriar y lo metemos en la nevera. Lo mejor es dejarlo de un día para otro antes de formar las croquetas.
Sacamos de la nevera y vamos dando forma a las croquetas con dos cucharas y pasándolas por el pan rallado normal. Cuando hayamos dado forma a todas con el pan rallado, las pasamos, de una en una, primero por el huevo batido y después por el pan rallado grueso .
Ponemos en una sartén pequeña y honda bastante aceite, para que casi las cubra, y cuando esté bien caliente las vamos friendo de dos en dos, dándolas vuelta enseguida para que no se nos abran. Las vamos sacando y poniendo en una fuente con papel de cocina para que suelten aceite. Servimos.