Existen pocos destinos más mágicos y con más encantos que la ciudad de Córdoba. Ubicada en el interior de la comunidad autónoma de Andalucía la ciudad de Córdoba ha sido testigo privilegiado del pasar de diferentes pueblos y culturas por su ciudad, en las que cada uno de ellas han dejado un poso que aún se puede notar a través de sus edificios y calles.

Una de las grandes ventajas de la visita a la ciudad es su excelente comunicación con importantes poblaciones, en especial a través del Tren Barcelona Cordoba, que permite conectar de forma rápida, cómodo y puntual algunas de las poblaciones más importantes de España, como Barcelona, Zaragoza, Madrid o Sevilla a través de la ruta del AVE a Córdoba que realizan los trenes de alta velocidad.

La ciudad de Córdoba, que se encuentra en las orillas del río Guadalquivir y a los pies de Sierra Morena, tiene la distinción sin igual de ser la ciudad con más títulos de Patrimonio de la Humanidad otorgados por la Unesco. La ciudad tuvo un primer momento de esplendor en la época romana, de la que todavía se puede contemplar importantes vestigios como su puente romano, parte de la muralla y puertas de entrada, un templo romano, un teatro, un anfiteatro, el foro y hasta resto del palacio del Emperador Maximiliano Hercúleo.

Pero sin duda la época de mayor esplendor de la ciudad llegó con la cultura musulmana, en concreto en el Emirato y Califato de Córdoba, que desarrolló alguno de los símbolos de la ciudad y por la que es famosa mundialmente como La Mezquita-Catedral de Córdoba y los baños árabes. Junto a ella se encuentra la antigua judería en la que podemos disfrutar de su Sinagoga y la Casa Sefarad. Además, fuera de la ciudad, pero de gran interés es el conjunto arqueológico de la ciudad de Medina Zahara, que es una de las obras cumbres de la arquitectura musulmana.

De la época cristina destacan conjuntos como el Alcázar de los Reyes Cristianos, las Caballerizas Reales, la Torre de la Calahorra, la Plaza de la Corredera y el Palacio de Viana.

Además, ninguna visita a la ciudad de Córdoba puede darse por terminada sin probar su rica y variada gastronomía local, que guarda todavía grandes influencia de la cultura musulmana, con platos tan característicos como el salmorejo, los flamenquines, el rabo de toro o las alcachofas a la montillana. Como postre es recomendable probar su famoso pastel cordobés.