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En especial en aquellos que no pueden dominar impulsos, recomendaciones para padres
ES CONTRAPRODUCENTE IMPONER LIMITES A LOS NIÑOS PARA BAJAR DE PESO
Es contraproducente imponerle límites a los niños para que bajen de peso, sobre todo cuando presentan problemas para dominar sus impulsos, reveló un estudio publicado en The Journal of Pediatrics.
De acuerdo a la investigación, efectuada en niñas seguidas desde los cinco a los 15 años, éstas no podían controlar sus impulsos y tenían más riesgo de sobrepeso que aquellas más autocontroladas. En tanto, se verificó un riesgo mayor en quienes tenían padres firmemente restrictivos, tal cual señaló el equipo de Stephanie L. Anzman y de Leann L. Birch del Centro para la Investigación de la Obesidad Infantil de la Pennsylvania State University, en Estados Unidos.
Los resultados, aseguraron los expertos, respaldan la idea de que "ayudar a los niños para que aprendan a cómo regular su propia alimentación, en lugar de imponerles normas estrictas, les permitiría mantener un peso saludable."
Para los niños que necesitan orientación, Anzman agregó en un comunicado de prensa que los padres deberían ofrecerles a sus hijos opciones saludables y evitar siempre la comida chatarra en el hogar.
"Los intentos de los padres para colaborar con sus hijos con problemas de autocontrol, mediante la imposición de límites para acceder a sus alimentos favoritos, pueden hacer que los alimentos prohibidos se vuelvan aún más atractivos y, por lo tanto, aumente el inconveniente", dijo Anzman.
Una buena crianza tiene en cuenta el "estilo conductual" del niño, señalaron Anzman y Birch en el comunicado, "y estudios previos ya demostraron que a los chicos con problemas para regular sus conductas les va peor cuando sus padres son más estrictos."
Para comprender "el ambiente propenso a la obesidad" los autores estudiaron a 197 niñas, de entre 5 y 15 años, y sus respectivas familias cada dos años.
Cuando las chicas alcanzaron 7 años de edad, los expertos consultaron a las madres sobre la capacidad de sus hijas de autocontrolarse.
Les preguntaron, por ejemplo, si la niña podía dejar de hacer algo cuando se le pedía hacerlo o si evitaba sonreírse o reírse en situaciones inapropiadas. Ninguna de las 13 preguntas se refirió a la alimentación.
Las niñas respondieron un cuestionario sobre las actitudes de los padres hacia la alimentación, que incluyó preguntas como "Si quieres una golosina, ¿mamá deja que la comas?".
Una de cada cinco niñas tenía sobrepeso a los 15 años. Cuanto menor había sido el nivel de autocontrol de una niña a los 7 años, mayor era su índice de masa corporal (IMC) a los 7 y en el resto de las edades en las que se analizó a las participantes.
Las pequeñas con menos autocontrol a los 7 eran las que más pesaban a los 15 años. Los resultados se mantuvieron aún después de que los investigadores tuvieran en cuenta el IMC a los 5 años de edad.
La relación entre el bajo autocontrol y un alto IMC fue más sólido en las niñas con padres más estrictos sobre los límites a la hora de comer.
"Las conclusiones indican que la combinación de un alto nivel de restricción con un bajo control inhibitorio expulsa al grupo de más riesgo, lo que demuestra que algunas personas serían más susceptibles a tener problemas de peso que otras, aunque compartan el mismo tipo de crianza", dijeron Anzman y Birch.
Es posible, agregaron, que "una crianza restrictiva no potencie el riesgo de obesidad en los niños con un mejor autocontrol de los impulsos, mientras que los chicos con más problemas para lograrlo pueden mantenerse alejados de la obesidad si sus padres pueden guiarlos sin ser restrictivos."
FUENTE: The Journal of Pediatrics