Las personas que viajan regularmente por negocios pueden ser más propensos a padecer obesidad según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Columbia. Según el estudio, las posibilidades de padecer obesidad son hasta un 92% mayores en personas que viajan frecuentemente por trabajo.

En el estudio, los investigadores determinaron que el grupo de ejecutivos que viajaban más ( 20 o más días al mes) tenían peor salud en general, incluyendo una presión arterial más alta y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares así como un mayor IMC- indice de masa corporal y sobrepeso- que aquellos que viajaban con menor frecuencia.

El motivo principal de ello son los típicos almuerzos de trabajo donde la dieta, una alimentación saludable y el no ganar peso suelen dejarse en un segundo plano.

No obstante, a pesar de que perder peso en viajes de negocios es complicado ( no se puede llevar una pauta horaria concreta, a menudo por prisa se acaba recurriendo a bocadillos o alimentos con alto contenido calórico, etc..) no es imposible siempre y cuando se tengan en cuenta algunas pautas.

Maribel Sanchez, nutricionista del equipo de Terapias Obesidad ( www.terapiasobesidad.es ) no da algunos consejos a tener en cuenta para no llegar con unos kilos de más.

Azúcar y sal: Con pequeños esfuerzos como aliñar la ensalada sin sal, o pedir edulcorante para el café se puede reducir la ingestión calórica tanto de azúcar como de sal.

Por último la clave para no ganar peso es ingerir en proporción a lo que se consume. Si hemos estado todo el día sentados, es importante intentar hacer algo de ejercicio adicional. Siempre puede encontrarse el modo de hacer ejercicio o bien en el gimnasio del hotel o si no dispone de gimnasio basta con salir a correr o a caminar a ritmo rápido durante al menos 30 minutos.