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El ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner (2003-2007), retomó hoy la conducción del gobernante Partido Justicialista (PJ) y se dijo convencido de que su fuerza política gobernará hasta 2020. "Estamos absolutamente decididos a gobernar la patria hasta el 2020, tenemos toda la fuerza", dijo Kirchner, aunque no confirmó si su intención el alternarse en el cargo con su esposa y sucesora, la presidenta Cristina Fernández. El ex mandatario evitó dar definiciones, pese a que está en marcha ya su pre-campaña rumbo a las elecciones generales del próximo año, en las que ya es postulado por diversas corrientes de su partido para volver a ser candidato a presidente. "No es tiempo de candidaturas, cuando llegue el momento se elegirá a la compañera o al compañero" que será el candidato a suceder a su esposa, quien termina un complicado mandato en diciembre del próximo año. Kirchner habló en la norteña provincia de Chaco, a mil 200 kilómetros de Buenos Aires, hasta donde fue para reasumir la dirigencia del peronista PJ, un cargo al que renunció "de manera indeclinable" en junio del año pasado. Su abandono del partido gobernante fue la respuesta que dio Kirchner a la derrota que sufrieron los candidatos oficialistas, con él a la cabeza, en las elecciones legislativas y que conformaron un nuevo Congreso de mayoría opositora. Sin embargo, en octubre la mesa directiva del peronismo rechazó su renuncia y por eso este miércoles, un mes después de la operación de emergencia a la que tuvo que someterse por un problema cerebro vascular, volvió al partido. Al defender sus vaivenes políticos, Kirchner argumentó que el año pasado quiso renunciar "porque no me interesaba cargar responsabilidades en otros", en particular por la derrota que hoy se refleja en un Legislativo que complica al gobierno. En cambio ahora, añadió, "vengo a hacerme cargo de la presidencia del PJ para construir este nuevo amanecer". En un encendido discurso, Kirchner defendió la gestión de su esposa, en particular los decretos que firmó para pagar la deuda externa con las reservas del Banco Central y que le valieron una crisis política que aún no se ha resuelto. Hablando siempre en plural, el ex mandatario advirtió que es incomprensible el rechazo de la oposición a esta medida porque "tenemos la autoridad moral, juntamos reservas gracias al modelo económico y político que instalamos en 2003". El diputado estuvo acompañado por gobernadores, el gabinete de su esposa y el líder de la poderosa Central General de Trabajadores, Hugo Moyano, quien no escatimó elogios para el proyecto político del kirchnerismo.