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El financiero Bernard Madoff, ex presidente de Nasdaq, ha sido condenado a 150 años de cárcel, la mayor pena posible, por haber cometido un fraude piramidal de más de 50.000 millones de dólares, considerado como la mayor estafa individual de la historia
Bernard Madoff, de 71 años, fue considerado durante décadas un gurú de las finanzas, el pasado 11 de Diciembre fue detenido por agentes del FBI en las oficinas de su inversión tras haber confesado a sus hijos que durante 30 años había operado un esquema de Ponzi, una estafa piramidal que le permitió estafar 50.000 millones de dólares a sus clientes, entre los que se incluían particulares adinerados, organizaciones caritativas y bancos de reputación mundial.
Tras permanecer en un polémico arresto domiciliario en su lujoso apartamento de Manhattan, el pasado 12 de marzo Madoff fue finalmente encarcelado tras declararse culpable de los once cargos presentados en su contra -incluyendo fraude, perjurio, lavado de dinero y robo- donde ha permanecido a la espera del veredicto.
Al admitir su culpabilidad el ex presidente de Nasdaq evitó un juicio ante un gran jurado, por lo que el público que asistió a la corte federal del distrito sur de Nueva York se ha limitado a escuchar las declaraciones de un número reducido de víctimas y la lectura de la sentencia. Los investigadores han detectado 1.341 afectados por el fraude cuyos fondos ascendían a un monto conjunto de más de 13.000 millones de dólares, de los que Madoff reconoció no haber invertido "ni un céntavo".
Todas las victimas reclamaron la pena máxima para Madoff -150 años de cárcel- tras relatar historias de la evaporación de sus ahorros, los insomnios, la pérdida de apetito, la angustia o la depresión,
En un discurso de unos cinco minutos, Bernard Madoff, dirigiéndose al juez Chin, declaró que "excusarse no es suficiente", "no hay nada que yo pueda hacer para que cada cual esté mejor, voy a tener que vivir con este sufrimiento, con este tormento, hasta el fin de mis días". Evocando la estafa construida a lo largo de los años hasta su confesión forzada, el financiero caído en desgracia la justificó como una huída hacia adelante. "Cometí un terrible error de juicio: no quería aceptar que por una vez en mi vida, había fracasado". Durante unos escasos segundos, se volvió para mirar a sus víctimas presentes en el fondo de la sala, y declararles: "lo lamento".
Madoff mostró poca emoción cuando el juez Chin explicó la importancia de que el fallo tenga una dimensión "simbólica" para las víctimas. Mirando hacia abajo, Madoff escuchó al juez relatar no haber recibido ninguna carta de sus allegados defendiéndolo. La misma indiferencia mostró cuando el juez le recordó una víctima fallecida de un ataque cardíaco tras enterarse de la estafa, o el caso de otra a quién Madoff había abrazado en público asegurándole que su dinero estaba "en lugar seguro". Con igual rostro impasible, Bernard Madoff escuchó la condena a 150 años de cárcel.